
29 Abr CER: las clínicas de los médicos para humanizar a los pacientes
La salud en Colombia está hoy en cuidados intensivos producto del polarizante debate nacional y político en torno a si se revuelca o no la seguridad social en salud.
Pero independiente que la reforma a la salud avance o no, un grupo de médicos especialistas antioqueños de unió y le están dando vida al gran proyecto empresarial Clínica Especialista Regionales, CER, con la construcción de ocho proyectos o clínicas con vocación de servicio y de respeto por el paciente, además de dignificar la profesión médica hoy precarizada laboralmente por los grandes operadores extranjeros que se apoderaron de las clínicas en Antioquia.
Al frente de este ambicioso proyecto empresarial en salud, como director nacional o CEO, está el médico radioterapeuta Jorge Morales Gil, quien en la siguiente entrevista con Panoramapolitico.co no solo entrega una detallada radiografía de lo que ha sucedido en Medellín y Antioquia en los últimos 40 años con la atención en salud, sino también de lo que se pretende en concreto con CER.
– Bueno doctor Jorge Morales ya en panoramapolítico.co hemos publicado sobre la idea de construir varias clínicas en Antioquia a cargo de lo que se denomina CER, Clínica Especialistas Regionales, en un muy interesante proyecto en el cual los mismos médicos son los promotores de esta idea. Pero ahora es bueno saber ¿cuál es el origen de CER?, ¿qué propicia esta iniciativa?, ¿qué buscan los médicos solucionar en el campo de la atención en salud en Antioquia?
“Hay que mirar hacia atrás, hace unos 30 años o un poquito más, cuando yo terminé medicina nunca aprendí a hacer una hoja de vida, mi percepción no era trabajar en el Seguro Social, ni con el Departamento en los pueblos, ni en el San Vicente de Paúl o la Universidad de Antioquia que eran las únicas opciones que había, porque era muy raro el médico que pensara montar un consultorio particular, a no ser que fueran médicos generales que abrían sus consultorios en los barrios o que montaran una clínica como La Conquistadores o también clínicas pequeñas.
A partir de ese momento comenzamos a unir grupos médicos. Ya había una clínica con gente muy importante como gobernadores, ministros congresistas, secretarios de despacho que era la Clínica Soma que fue una insignia, que era el ejemplo para mostrar.
Allí se presentó una pequeña dicotomía y nació la Clínica Medellín, igualmente empezaron a llegar a la atención en salud los sectores eclesiásticos y se creó la Clínica El Rosario. Además, fundaciones y empresarios fundaron el Hospital Pablo Tobón Uribe y el San Vicente de Paúl, entre otros.
Es así como en los últimos 30 años se empieza a tener la percepción y concepción de que el médico sea el dueño de su propio espacio y, por ejemplo, la clínica Conquistadores se amplía comprando una casa y la que sigue y se va extendiendo, hasta que un grupo de médicos gestores decidieron fundar una clínica importante y de ahí surge la primera Clínica Las Vegas, un proyecto de solo médicos.
Los médicos decidimos hacer nuestras propias clínicas y nos decían que estábamos locos, que eso era imposible.
El hecho es que en la Clínica Las Vegas querían trabajar solo con particulares y con ricos, pero se da una opción con la aparición de un lote en La Motta, en Belén, y el grupo gestor se parte. Una parte se queda con Las Vegas y la otra mitad se va para lo que hoy es la Clínica Las Américas.
Y es a partir de ahí que nace la idea que los médicos fuéramos empresarios”.
– ¿Y cómo les fue o les ha ido a ustedes los médicos como empresarios?
“Viajemos en el tiempo 30 años y lleguemos al 2020 a la época de la pandemia, con la cual se sacuden situaciones muy duras.
Comenzamos a entender lo malo administradores que éramos los médicos.
Pensábamos solo en el almuerzo de hoy, pero no en el hambre del mañana, gastábamos, pero no pensábamos a futuro en la reposición de equipos, en el capital de trabajo, en el pago a los proveedores, en la modernización, ni en la mano de obra.
Entonces, de un momento a otros nos vimos abocados a que la situación financiera se complicara porque nadie esperaba que las EPS entraran en dejación de pagos, éramos muy chiquitos y nos volvimos Savia-dependientes, Savia pagaba la tarifa que ellos consideraban independiente que estuviéramos trabajando a pérdida, porque necesitamos flujo de caja, había que pagarle al proveedor, a los bancos, a las enfermeras y empezamos como el cangrejo: dos pasitos para adelante y cuatro pasitos para atrás.
Un ejemplo, Savia Salud nos debía 100 millones de pesos hace un año y decían que nos pagaban 30 millones. Pero fuera que nos debían un año, pedían descuento y que el resto lo cancelaban a cinco años en cuentas mensuales.
Así nos comenzó a coger la noche, los proveedores comenzaron a suspender los despachos, se incrementaron las dificultades con las entidades financieras, que refinanciaban y refinanciaban hasta que llegó el momento en que el camino era la liquidación, el personal ya no quería trabajar, sino por hacer el favor hasta que se apareció la virgen con la llegada de los extranjeros. Los españoles y peruanos compraron prácticamente con espejitos porque las clínicas con su producción pagaron la deuda, se auto-compraron, pusieron una cuota inicial, sacaron la cabeza del agua, pusieron una pipeta de oxígeno y ya de resto nadaron tranquilos porque las clínicas se encargaron de pagar la deuda”.
– ¿Ahora doctor Morales, entonces los extranjeros se apoderaron de las clínicas que había en Antioquia y ustedes qué camino tomaron o qué van a hacer, trabajar para ellos?
“Lo que había que hacer en el momento era mirar para adelante con una capacidad administrativa muy diferente, con condiciones económicas bien estructuradas, mirar no solo el tema inmobiliario, sino también el equipamiento, el tema operativo y sobre todo el capital de trabajo para poder funcionar hacia adelante.
Hoy se presenta una avalancha de médicos, funcionan unas 10 facultades de medicina en Medellín y en promedio con los que vienen de otras ciudades y otros países pueden ser 1.000 médicos generales por año.
Súmale a eso 400 especialistas más y unas 1.500 personas como personal de la salud en odontología, sicología, fisioterapia, enfermería, etc., etc.”. Y la pregunta que surge es ¿Y dónde van a trabajar?”.
– ¿Y es verdad que la seccional de la Universidad Nacional en Medellín y también Eafit van a tener facultades de Medina?
“Sí, ya radicaron licencias”.
– ¿Sigamos con lo que piensan hacer los médicos con CER?
“En esa cantidad de médicos, en un alto porcentaje, el 50% no tiene vocación de servicio, son médicos que solo piensan en pasar de El Pedregal a vivir en El Poblado y de la moto a un BMW, solo piensan en la medicina como un medio de traslación social.
Además de que hay una explosión de mano de obra, hay una implosión en propietarios. Quirónsalud compró Las Vegas, La Clínica Medellín, la del Prado, el COA, Clofán, Cedimed y otras. Por su parte, los peruanos compraron Las Américas y otras en diferentes ciudades de Colombia. Y con las existentes como el HPTU, San Vicente de Paúl y otras los médicos no tienen ninguna capacidad de negociación.
Están también las clínicas misionales como el CES Bolivariana, la de la U. de A. con las cuales el médico ni va ni viene en la capacidad de negociación de tarifas ni en la estabilidad laboral, porque siguen siendo tercerizados, sin contratos a término indefinidos.
El hecho es que los médicos y el personal de la salud no tiene donde trabajar con estabilidad social, económica y profesional porque estamos precarizados laboralmente. Un médico que viene de hacer cuatro años de residencia, endeudado con el Icetex, con el gota a gota o con el suegro se va a trabajar por lo que le ofrezcan.
Ni manera de criticar al médico porque cobre más barato, pues el estómago es de cada uno y uno no lo puede acusar que se regaló porque las necesidades son de cada cual y son situaciones que hay que respetar”.
– Entonces, ¿qué decidieron?, ¿qué van a hacer? ¿O qué están haciendo los médicos que no piensan trabajar para ese panorama que usted acaba de describir?
“Realmente los médicos tenemos la sartén por el mango y somos los que manejamos una institución como debe ser, somos los que le ponemos el pecho a los proyectos.
No es que las otras clínicas no funcionen, todas van a funcionar, pero queremos que el concepto médico sea distinto y cambie totalmente.
Primero con vocación de servicio, que el paciente se respete, que no sea el ficho 40, sino doña Alicia, no el de próstata, sino don Humberto y un paciente que llegue un minuto tarde a una cita no lo devuelvan, pues hay que entender que viene en transporte público y con muy difíciles situaciones económicas.
El 50% de los médicos que trabajan hoy en día tienen síndrome de Burnout o de desgaste profesional, que laboran con depresión, con angustia y en medio de un sistema caótico.
Lamentablemente el médico trabaja con miedo, tiene un colega que lo supervisa o lo maltrata, le contabiliza el tiempo, no le permite formular medicamentos costosos, no le permite enviar exámenes que son necesarios para la vida del paciente porque no se puede sobrepasar de cierta facturación por mes, entonces, el médico ya no está haciendo medicina, sino que está sobreviviendo casi angustiosamente y se acostumbró a vivir con la muerte, si el paciente no volvió a revisión no es problema de él, sino no le dan el medicamento al paciente no es problema del médico, si el paciente se murió por falta de atención tampoco es problema de él, o sea, se deshumanizó la medicina”.
– ¿Entonces qué decidieron?, ¿qué van a hacer ante tan crudo diagnóstico que usted mismo está mostrando?
“Decidimos revisarnos y unirnos como gremio y aparece Clínica Especialistas Regional, CER, con una vocación de servicio, de trabajo, es que ganar plata no es pecado, el pecado es robar y hacer las cosas innecesarias porque hay mucho tratamiento médico hoy en día que mejora la calidad de vida del médico tratante y no del paciente.
Hay que reconocer que el sistema de seguridad social tiene muchas fallas, en lo cual los médicos tenemos algo de responsabilidad, sin embargo, esto es un problema estructural y a partir de esto estamos adelantando nuestro nuevo diseño o modelo empresarial.
Para ello contactamos directamente a los líderes de opinión por cada una de las especialidades, médicos con trayectoria, con reconocimiento, que les gusta ejercer la medicina, que son docentes, que son investigadores, que son académicos, que ya tienen una situación económica muy defina y los aliamos con médicos jóvenes, recién egresados, endeudados, con buen conocimiento, con ganas de tragarse el mundo.
No nos preocupa la Reforma a la Seguridad Social, creemos que es necesaria y hay que hacerla y los médicos van a tener que trabajar o con lo que les imponga la seguridad social o seguir precarizados laboralmente, contratados por prestación de servicio, sin contratos a término indefinido, no hay utilidades, no hay productividad, sin pacientes particulares, no hay pólizas, tampoco gabelas y ningún tipo de garantías.
Si no quieren participar aquí con el CER, donde los médicos vamos a tomar nuestro liderazgo, quedarán sujetos a seguir trabajando precarizados o lamentablemente desempleados.
Hay dos opciones, volverse dueño de su destino o sufrir el destino en el cual se quedan porque en estos momentos se dan dos situaciones, no necesitan tener plata, sino voluntad para ser socios y participar en estas empresas”.
– ¿Qué buscan mejorar los médicos con el modelo empresarial de CER? o ¿cuál es el modelo que soluciona los errores del pasado?
“Cuando estuvimos en la Clínica Las Américas tuvimos muchos problemas, éramos 600 socios y era más fácil filar 100 gallinas con un pito para tomarles una foto, que nosotros ponernos de acuerdo.
En la nueva modalidad para cada uno de los 8 proyectos, cada uno de ellos tiene más o menos entre 20 o 25 socios, dependiendo de la magnitud del proyecto y los socios son muy conocidos porque todo el mundo los conoce y se llaman ortopedia, UCI, cirugía plástica, urología, dermatología, radiología, oncología clínica y 25 especialidades más, o sea, cada especialidad es un grupo que será representado por una sola persona, en una asamblea habrá 20 personas, más la gerencia son 21.
Cada grupo tiene un representante legal que asume la vocería del grupo y el número de personas en cada grupo es asunto de cada uno de ellos.
En la actualidad hay más de 400 especialistas vinculados al grupo CER”.
– ¿Quiénes dirigen o integran a CER?
“Nosotros somos el grupo operador CER, que es un grupo donde hay administradores de empresas, directores jurídicos, personal de talento humano, donde hay manejo de historias clínicas, también manejo documental, hay marketing, hay ventas, hay mercadeo.
Es una compañía que hace la operación del servicio con una diferencia, que este grupo operador somos los médicos, en los cuales hay transversalidad y los beneficios son para nosotros los médicos y no para unos inversionistas X o Y que lo que realmente hacen es exprimir el limón como dicen los españoles, para aprovechar el momento coyuntural y recuperar rápidamente una inversión a costa del maltrato y el mal pago a los médicos y al personal de salud”.
– ¿Y qué papel juega Jorge Morales Gil en toda esta nueva modalidad empresarial de los médicos?
“Soy el director general del grupo CER o como ya dicen el CEO y en términos generales quien toma las determinaciones y quien ha estructurado todo este proyecto”.
– Habló de ocho proyectos, ¿cuáles son?
“La reforma a la salud dice claramente que se necesita salud donde no hay, entonces nos estamos enfocando a las regiones y por eso el nombre de Clínica Especialistas Regional.
El primer proyecto arranca en el municipio de Apartadó, ya tenemos el lote, 15.000 metros en la zona franca, ya tenemos los diseños arquitectónicos, con diseños estructurales, ya tenemos estudios de suelos, ya radicamos la licencia de construcción, ya tenemos el estudio financiero de cuánto valen los ladrillos, cuánto la dotación, como es la operación, venimos trabajando sobre esto y creo que a final del año sería el primer inicio”.
– ¿Y los otros siete proyectos?
“El segundo proyecto que va caminando muy adelante es el de Rionegro, también se tiene el terreno, ya estamos en los diseños arquitectónico y estructurales, y avanzando en la estructuración financiera con dos bancas de inversión comprometidas con el proyecto.
En Caucasia ya se tiene el terreno, se están haciendo los planos arquitectónicos, va un poquito más lento porque va primero la fase del centro comercial, el cual va en preventa, pero va caminando.
Tenemos un proyecto muy avanzado con el Metro en Sabaneta, en la Centralidad Sur, en la última estación del Metro, con una clínica de 18.000 metros.
También está el proyecto de Norteamérica, en Bello, ya está el terreno y ya se están haciendo los diseños, para una clínica de aproximadamente 16.000 metros
Esta la gran clínica en Puerto Berrío, que es con una compañía extranjera, tenemos un convenio de confidencialidad y será una clínica de alta complejidad.
Y otro proyecto importante para nosotros es el de Protones, que será en la Clínica Palmas, en Envigado, con una construcción de unos 40.000 metros. Y será la primera unidad en Latinoamérica con esta tecnología.
Son proyectos de una gran trascendencia porque llegarán a atender al 50% de la población de Antioquia y en las regiones, son proyectos de más o menos de 800 mil a un millón de habitantes en su área de influencia.
Hemos encontrado muy buena aceptación de la industria farmacéutica como también de la de insumos médicos en disposición de financiación, en UCI, en camas, en quirófanos, en instrumentación, en equipos diagnósticos.
Entonces, no nos preocupa la reforma a la Seguridad Social, pero además estamos encadenados a una red nacional y estamos asumiendo una parte importante del Hospital San Carlos, en Bogotá, venimos trabajando con la Clínica Baranoa, en el Atlántico, de 44.000 metros, que ya está funcionando, igualmente en la Clínica Reina Catalina, en Barranquilla, donde ya se firmó una carta de intención para comprar seis acelerados lineales y próximamente daremos buenas noticias en otras ciudades de Colombia.
CER viene avanzando además en el campo internacional y tienen dos proyectos, uno de los cuales ya se dio inicio en Ciudad de Guatemala.
Hay muchos proyectos, pero nos vamos a concentrar en Apartadó, Rionegro y los Protones en Palmas, que serían con los que iniciamos el estreno de CER”.
– ¿Y quiénes los apoyan en la parte de ingeniería, diseños y en la banca
Trabajamos con tres grupos muy importantes de constructores, entre ellos Arconsa que es el líder constructor de nuestros proyectos.
Tenemos arquitectos con mucha experticia, especialmente con la compañía Condiseño, que lidera los diseños de todos los proyectos.
Hemos encontrado buena actitud, la salud seguirá, Fasecolda muestra el 57% de crecimiento en pólizas, hay cuatro millones de personas nuevas afiliadas a la medicina prepagada, además de los microseguros y los negocios internacionales.
Pero debe quedar muy claro que todas nuestras instituciones atenderán a todo tipo de pacientes, independiente de la vinculación al régimen de salud donde esté afiliado el paciente.
Es un proyecto ambicioso, que permitirá descongestionar en un 40% de pacientes a Medellín y atender al 95% de pacientes en las regiones antioqueñas.
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