Tres importantes novedades ambientales de Corantioquia

Distinción Vida Corantioquia 2025

  • Quienes ocupen los primeros puestos recibirán un incentivo económico de hasta 2 millones de pesos.
  • Este año tendremos un homenaje especial por los 30 años de Corantioquia, exaltando la trayectoria y compromiso de sus servidores públicos, quienes con dedicación han protegido y preservado la riqueza ambiental de nuestro territorio durante estas tres décadas.
  • Serán premiadas cuatro categorías en total por la constancia del trabajo ambiental en el tiempo, la formación a los demás y a las comunidades diversas.

Corantioquia cerró el pasado 10 de octubre las inscripciones para la Distinción Vida 2025, galardón que reconoce la labor de personas e instituciones que trabajan por la protección y preservación del patrimonio ambiental en los 80 municipios de la jurisdicción.

El colibrí es el animal elegido para reconocimiento de este año porque simboliza la resiliencia, la fuerza y la conexión con la naturaleza. A pesar de su tamaño, es un ave capaz de recorrer grandes distancias, mantenerse en movimiento constante y adaptarse a diferentes entornos, recordándonos la importancia del equilibrio y la armonía con el entorno natural.

En muchas culturas, el colibrí representa la vida, la esperanza y la continuidad entre generaciones, valores que inspiran el trabajo de quienes protegen y cuidan nuestro patrimonio ambiental. En resumen, es un homenaje a la libertad.

“Nos llena de orgullo celebrar 30 años de historia reconociendo la invaluable labor ambiental de personas naturales, instituciones, organizaciones, campesinos y comunidades étnicas. Distinción Vida es el máximo galardón que otorgamos desde hace 24 años y, en esta ocasión, además de reconocer a los ganadores, visibilizaremos la gestión de nuestros colabores que nos acompañan desde hace 30 años en la Corporación Regional del Centro de Antioquia”, expresó Liliana Taborda González, directora general de Corantioquia.

Esos servidores, que recibirán una estatuilla como símbolo de gratitud, han sido protagonistas de una historia institucional que inició desde el Inderena —entidad pionera en la gestión ambiental de Colombia entre 1968 y 1993— y que hoy continúa en Antioquia, la Corporación Regional del Centro de Antioquia.

Diez servidores que, con su entrega y permanencia, reflejan el espíritu de servicio público y el amor por la naturaleza que ha marcado el desarrollo ambiental del país y de nuestro territorio.

Este año se recibieron postulaciones en las siguientes áreas:

  1. A toda una vida: reconocimiento a las personas naturales que llevan 15 años o más trabajando por la protección ambiental en sus territorios.
  1. Comunidades étnicas, afrocolombianos y campesinos: exaltación a quienes, desde sus conocimientos ancestrales, costumbres, cosmovisiones y tradiciones, aportan al cuidado de la casa común.
  1. Servidor público Corantioquia: agradecimiento a los servidores públicos y contratistas con cinco o más años en la Corporación que se hayan caracterizado por su compromiso.
  1. Formadores Guardianes de la Naturaleza: dirigido a educadores, líderes, formadores activos y multiplicadores ambientales del programa Guardianes de la naturaleza de Corantioquia que, desde la pedagogía y la acción comunitaria, inspiran a nuevas generaciones a cuidar el patrimonio natural.

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Negocios Verdes de Corantioquia cerraron con balance exitoso su participación en la Gran Vitrina Verde de Cali

  • * Se lograron más de 120 relacionamientos estratégicos y proyecciones de ventas que superan los 12 millones de pesos, demostrando el potencial de los productos y servicios sostenibles de la región.

Diez negocios verdes avalados, vinculados a la ventanilla de Negocios Verdes de Corantioquia, concluyeron con balance sobresaliente su participación en la Gran Vitrina Verde, uno de los eventos más importantes de sostenibilidad del país, celebrado durante la Semana de la Biodiversidad en Cali.

La delegación de Corantioquia logró establecer 120 relacionamientos estratégicos para futuras alianzas comerciales y concretó ventas que superan los 12 millones de pesos.

Este exitoso resultado es el reflejo del fortalecimiento empresarial que Corantioquia, Cornare, Corpourabá y la Gobernación de Antioquia han impulsado con la adecuada inversión de recursos de regalías, en desarrollo del proyecto Fortalecimiento de prácticas productivas sostenibles en área ambientales estratégicas del departamento de Antioquia.

Con esta iniciativa se fortalecen 320 negocios verdes en el departamento, de los cuales, 98 están en la jurisdicción de Corantioquia.

La participación en este evento nacional permitió a los empresarios expositores exhibir una oferta innovadora de bienes y servicios, entre los que se destacan productos agrícolas como café especial y derivados del cacao, cosmética natural, ecoturismo y soluciones basadas en el aprovechamiento de residuos.

La calidad de sus propuestas y su compromiso ambiental captaron el interés de compradores, distribuidores e inversionistas de todo el país.

“Estamos inmensamente orgullosos del desempeño de nuestros empresarios en Cali. Estos resultados no solo validan la calidad y el potencial de los negocios verdes de Antioquia, sino que también confirman la efectividad de nuestra estrategia de articulación con la Gobernación para hacer de la sostenibilidad un motor de desarrollo económico y social en los territorios”, afirmó Liliana María Taborda González, directora general de Corantioquia.

“Cada alianza y cada venta representan un paso más hacia una economía regenerativa que valora y protege nuestra biodiversidad”, agregó.

El programa de fortalecimiento, financiado con recursos de regalías, busca mejorar las capacidades productivas, comerciales y de mercadeo de los emprendimientos sostenibles, facilitando su acceso a nuevos mercados y consolidando un renglón económico que es fundamental para la transición del departamento hacia un futuro más verde y competitivo.

Corantioquia reiteró su compromiso de seguir acompañando a los productores y empresarios que le apuestan a la conservación de los recursos naturales como pilar de sus modelos de negocio, contribuyendo así a la construcción de un territorio más equitativo y en armonía con el medio ambiente.

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La Puma juvenil recuperada en el Peaje el Trapiche vive en Cali

Una nueva oportunidad con un sabor agridulce para una joven puma, víctima del tráfico ilegal, ha puesto de relieve la importancia crucial de la fauna silvestre en libertad. Aunque su historia no comenzó en enero, sino hace algunos años, el desenlace para este felino en la Fundación Zoológica de Cali subraya las profundas cicatrices que deja el comercio ilegal de animales y por qué su lugar está en la naturaleza y no en un hogar.

Este es un recuento de una vida que, aunque rescatada, no pudo ser completamente libre.

UNA VIDA CAUTIVA

Arrancada de su hábitat natural siendo apenas una cachorra, esta puma fue una de las innumerables víctimas del tráfico ilegal de fauna silvestre en Colombia. Como muchos otros, fue arrebatada de su madre. Fue condenada a un crecimiento en condiciones antinaturales, donde la interacción humana reemplazó las enseñanzas de supervivencia que habría recibido en la naturaleza.

Al ser rescatada en el marco de un operativo de control de la Policía Nacional en el Peaje el Trapiche, de Girardota, el Centro de Atención y Valoración -CAVR- del Área Metropolitana le brindó los primeros cuidados y Corantioquia la recibió para trasladarla al Hogar de Paso de la Corporación, el equipo de profesionales de Fauna se encontró con un animal con altos signos de amansamiento. Su comportamiento, moldeado por el contacto humano, había borrado los instintos esenciales para sobrevivir en su hábitat: el miedo a las personas, la capacidad de cazar y de defender su territorio.

A pesar de los incansables esfuerzos del personal del convenio de Fauna de Corantioquia por rehabilitarla y fomentar sus comportamientos naturales, la impronta humana era demasiado fuerte. Su destino quedó sellado: una vida bajo cuidado humano era su única opción de supervivencia, ya que liberarla en la naturaleza habría sido una sentencia de muerte. Es así como llegó al Zoológico de Cali, un espacio donde ha recibido una segunda oportunidad.

Al Zoológico de Cali

A mediados de abril de este año llegó “Killari” en buenas condiciones de salud, el proceso de adaptación, de alimentación y de desplazamiento ha sido paulatino por ser una hembra juvenil.

Se han motivado sus respuestas frente al uso de las garras para la caza con la intención de que se fortalezcan sus habilidades de adaptación en su nuevo espacio. Es importante tener en cuenta que las colecciones zoológicas son espacios donde se trabaja por la conservación de las especies, en especial las amenazadas, a través de mecanismos de reproducción en sitio o de reintroducción.

LA IMPORTANCIA DEL PUMA

Más allá de su imponente belleza, el puma (Puma concolor) juega un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas colombianos. Como depredador tope, se encuentra en la cima de la cadena alimenticia, regulando las poblaciones de otras especies, principalmente herbívoros.

Esta función es vital para la salud de los bosques y páramos. Al controlar el número de venados, capibaras y otros animales, los pumas evitan el sobrepastoreo y permiten que la vegetación se regenere. Esto, a su vez, protege las fuentes de agua y la biodiversidad en general.

El puma es considerado una especie sombrilla, lo que significa que su conservación beneficia a todo el ecosistema en el que habita. Proteger al puma es proteger la salud de nuestros entornos naturales.

CONTRA EL TRÁFICO ILEGAL

El tráfico de fauna silvestre es el cuarto negocio ilegal más lucrativo del mundo y Colombia, por su inmensa biodiversidad, es uno de los países más afectados. Cada vez que un animal silvestre es comprado como mascota, se alimenta una cadena de sufrimiento que incluye la caza furtiva, el maltrato y, en muchos casos, la muerte.

La historia de esta joven puma en el Zoológico de Cali es un recordatorio de que los animales silvestres no son mascotas. Su lugar está en la libertad, cumpliendo su función vital en el complejo tejido de la vida. Como sociedad, es nuestro deber denunciar el tráfico ilegal y promover la conservación de nuestros ecosistemas para que futuras generaciones de pumas puedan correr libres en las montañas de Colombia.

Recuerda, la fauna silvestre no es un souvenir, es parte de nuestro patrimonio natural. ¡No seas cómplice!

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