Abogado contra facturas del impuesto a la guerra y duro guayabo electoral

Mientras la política nacional arde y está convertida en un verdadero cuadrilátero de boxeo, con puños que vienen y van entre el petrismo y la oposición democrática, por Antioquia y Medellín tampoco dejan de caer aguaceros muy politizados.

El impuesto confiscatorio al bolsillo de los paisas del egobernador Rendón, que tiene muy enojado a los cacaos paisas, sigue produciendo secuelas y novedades. Y hay dos nuevas para divulgar.

El muy piloso y acucioso abogado Carlos Mario Patiño (foto portada), el mismo que puso a temblar a varios congresistas que cayeron en la trampa de la vaca dizque para las vías nacionales y que con su demanda la desinfló totalmente, ahora repunta de nuevo y enfilará baterías jurídicas contra la otra vaca obligatoria o el descarado impuesto de ego-Rendón para la guerra.

A través de su red social X, Patiño anunció una oferta comercial y se ofreció para presentar recursos a las facturas de la que en el piso doce llaman sobretasa a la seguridad de la Gobernación de Antioquia y que fue aprobada por 14 despistados diputados solo pensando en sus conveniencias políticas y burocráticas y no en el bolsillo de los antioqueños.

Este abogado consideró que por los errores o digamos mejor horrores técnicos cometidos en la formulación, impiden que ese impuesto pueda ser liquidado.

Patiño dijo que a las víctimas del reino de la egolatría que le llegue la factura, él procederá a presentar el recurso.

Es que además siguieron apareciendo muy serios análisis y reparos contra el impuesto de Rendón y 14 diputados.

El pasado 14 de marzo, en su columna de opinión del periódico La República, el analista y abogado Lisandro Junco publicó una sesuda crítica y objeciones técnicas contra ese impuesto que tituló “Una tasa, que no es tasa”, que complica mucho más la carga tributaria que ya tienen los empresarios y los paisas.

Sería muy bueno que los inminentes afectados se lean esa opinión de Junco, quien señala que no hay tributo sin ley y los confiscadores del ego la fundamentan no en una ley, sino en una sentencia lo que es muy extraño, “porque si es tan diáfano el tributo, solo deberían citar la ley, sin más”.

Y agrega que la norma en que se fundamenta la nueva tasa no autoriza el cobro de un tributo, sino un aporte voluntario que es básicamente una donación camuflada como tasa.

Las objeciones técnicas siguen a lo largo del escrito de este analista, para concluir que el cobro va en contra de la Constitución y de la ley, vulnerando no solo los principios del derecho tributario, como es la certeza y la legalidad, sino también desde la anatomía del tributo, generando un abuso para el bolsillo de los antioqueños.

Y termina diciendo que “confío que alguien demande la tasa, que no es tasa”.

Y ya van tres demandas.

 

El guayabo de Callejas

En la semana que terminó trascendió un nuevo fallo del Consejo de Estado sobre los resultados de las pasadas elecciones territoriales de octubre del 2023 en Antioquia.

La última sentencia de este tribunal tiene que ver con la composición de la Asamblea de Antioquia. Recordemos que el candidato liberal a esa corporación y exdiputado Rubén Callejas (foto portada), quien no salió electo, demandó la curul del hoy diputado del Movimiento Independientes Walter Salas por errores y e irregularidades que se presentaron en el conteo de la votación y en los escrutinios, sobre todo en el municipio de Pueblorrico donde hubo problemas de orden público el día de los comicios.

Pues el Consejo de Estado falló en favor de Salas. Sin embargo, esta decisión fue muy reñida, toda vez que a Salas le descontaron casi 700 votos y conservó el escaño por solo 75 sufragios, aunque Callejas considera que habían más motivos para rebajarle aún más la votación a Salas.

Tremendo guayabo electoral del político y empresario Rubén Callejas, hijo de periodista, quien este lunes asumió la subgerencia Comercial de Benedan y trabajará al lado de su también excompañero en la Duma, Rodrigo Mendoza, recientemente nombrado gerente, en procura de seguir posicionando a la Lotería de Medellín como la primera del país.

Y antes que se agite y se convulsione más este país por el bonche entre petristas y opositores, digamos que la convocatoria electorera de Petro a una consulta popular, hacina completamente el año electoral colombiano en que ya está sumido el país, pues lo colmaría de visitas a las urnas, aunque el propio gobierno de izquierda se queja todo el día que no hay plata, pero hay que recordar que la democracia es muy costosa.

Las últimas cuentas arrojan como resultado que habría unas siete elecciones, así:

  1. Consulta popular petrista
  2. Elecciones de Consejos de la Juventud en octubre y proceso que es muy politizado.
  3. Consulta interna de los partidos
  4. Elecciones del Congreso de la República

5 y 6. Primera y segunda vuelta presidencial

  1. El tal referendo por la autonomía regional del egobernador de Antioquia.
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