27 Nov Consejo de Estado decide si egobernador se queda o se va
Por fin llegó el día, este jueves 28 de noviembre, en el que se sabrá por la vía judicial si el señor Andrés Julián Rendón Cardona, el mejor ejemplo de egoísta, narcisista, arrogante y ególatra, además de torpe y miope, se queda como egobernador de Antioquia o le anulan su elección por claro engaño al elector y se convocan a nuevos comicios en este departamento.
En la agenda de trabajo de la Sección Quinta Electoral del Consejo de Estado está incluido este jueves adoptar el fallo en única instancia sobre la demanda del excandidato Luis Pérez Gutiérrez contra la elección de Rendón con suficientes pruebas que demostrarían que el elector antioqueño fue engañado mediante supuestos trucos, fraudes y falsos mensajes digitales para perjudicar la aspiración del exgobernador Pérez.
El desenlace de este pleito electoral se producirá casi un año y un mes después de las elecciones territoriales del octubre del 2023 y sobre la decisión final se han tejido en el medio político, académico y jurídico diversos pronósticos y opiniones, obviamente de acuerdo al interés en particular de cada persona y su postura en contra o a favor de Rendón y Pérez.
Los aliados del arrogante mandatario opinan, mas con ignorancia que suficiencia y optimismo, que no va a pasar nada, mientras los simpatizantes de Luis Pérez están convencidos que fue una elección irregular e ilegal porque con mentiras virtuales indujeron al votante a creer que Pérez era el candidato de Petro y de Daniel Quintero, contra quienes hoy existe en Antioquia, de una gran mayoría de militancia de centro – derecha, una imagen muy negativa. Y según Pérez estas tramposas maniobras digitales, muy bien diseñas y premeditadas, cambiaron el voto de muchos antioqueños.
La defensa de Rendón a cargo del exitoso abogado en lo electoral, Martín Cardona Mendoza, dirigió su alegato jurídico en hacer ver que no existió una conducta ilegal en la campaña de Rendón, porque Luis Pérez ganó la votación en varias de las subregiones antioqueñas.
Sin embargo, esta tesis no es contundente porque el grueso del entramado engañoso se concentró en el Valle de Aburrá y sobre todo en Medellín, donde el impacto de los mensajes contra la candidatura de Luis Pérez fue muy fuerte.
Rendón obtuvo casi 500.000 votos solo en la capital de Antioquia y aventajó ampliamente a Pérez, quien atribuyó esa diferencia a las mentiras contra su aspiración, la cual nunca estuvo ligada a Petro y a Quintero durante la campaña electoral. El bloque Petro – Quintero tenía sus propios candidatos. Esa falsedad también tuvo secuelas en las urnas de Envigado, Itagüí y Bello.
El engaño al elector figura muy recientemente como delito tanto por la vía electoral como penal y la decisión del Consejo de Estado es vital para castigar duramente este tipo de ilícitos contra un sano juego democrático.
De ahí se deriva la importancia del fallo del Consejo de Estado, el cual ya se había pronunciado sobre esta manipulación a los votantes tras el Plebiscito por la Paz del 2016 y lo condenó, pero la demanda falló por extemporánea.
Previamente la Procuraduría había emitido un concepto en contra de las pretensiones de Luis Pérez, lo que motivó una muy contundente comunicación suya a la aún titular del Ministerio Público, explicando en forma muy concreta como se configuró la irregularidad en su contra, señalando las pruebas y atacando la posición asumida por el delegado de la Procuraduría que produjo el concepto negativo contra la demanda.
Al final de la tarde del jueves o ya entrada la noche se conocería el sentido del fallo del Consejo de Estado, corporación que también definirá en segunda instancia la suerte del concejal de Medellín, Miguel Iguarán Osorio, cuyo fallo de primera instancia en el Tribunal Administrativo de Antioquia fue favorable a su permanencia en la curul por Cambio Radical, lo mismo que el concepto de la Procuraduría.
Le sacó las garras a Fico
La situación jurídica del egobernador se despejará o no en el momento en que se registra un muy agitado panorama o un muy caliente termómetro político en Antioquia y Medellín, por cuenta del pésimo manejo que Rendón le está dando a la Gobernación y al departamento.
No solo está perjudicando a la región por su obstinado, enfermizo y constante pleito con el Gobierno petrista, sino que ya le está sacando las garras al que lo ayudó a elegir, el alcalde de Medellín, Fico.
El empecinamiento del egobernador con un proyecto de ordenanza para castigar el bolsillo de los antioqueños con más impuestos para la guerra o para meterse en asuntos propios del Ministerio de Defensa Nacional que no son de su competencia o que requieren de autorización previa, tienen en estos momentos en los más bajos niveles las relaciones entre los dos principales mandatarios de Antioquia.
Rendón es un tipo de grandes y peligrosas contradicciones, que lo llevan a crearse emperador, así fue en Rionegro. En el primer semestre del año alimentó dizque la solidaridad antioqueña con una vaca con la demagogia de acabar vías nacionales que no son de su resorte y ahora a ese mismo pueblo paisa lo quiere clavar u obligar a pagar un impuesto que no le compete en el manejo de la seguridad nacional.
En Rionegro se metió a construir CAIs y la policía no los recibió porque fueron mal construidos, sin las adecuaciones técnicas que se requieren para atender la seguridad. Por este caso, Rendón enfrenta un proceso fiscal por detrimento patrimonial superior a los 1.300 millones de pesos con derivaciones penales que están a cargo de un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia.
Aunque el alcalde Fico ya ha salido dos veces a expresar que no está de acuerdo con el impuesto de Rendón y que las EPM no serán utilizadas para cobrarlo vía tarifas de los servicios públicos, el testarudo y obstinado Rendón, sigue presionado y amenazando con explotar la alianza política, ya desgastada con el Partido Creemos, cuyos cinco diputados más la oposición, suman once votos en contra del tributo que quiere imponer, pese que la gran mayoría de los sectores básicos han expresado rotundo desacuerdo.
Rendón es tan peligroso en democracia, que prefiere desestimar y dar la espalda a sus amigos y prefiere políticos que no lo apoyaron como el caso de los oportunistas Roldán de Bello, que quieren pescar en rio revuelto y sin respetar lo poco que ha quedado de Partido Liberal en Antioquia, aprovechan para respaldar políticas extremistas con cálculos políticos, electorales y a lo mejor con beneficios burocráticos.
Esa es la clase de gobernantes y de políticos que tiene una Antioquia desdibujada, que eligió a un gobernador que va de fracaso en fracaso, lo que podría corregir este jueves el Consejo de Estado.
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