
30 Oct Congreso Liberal solo para reelegir o tumbar a un César Gaviria enfermo
A Medellín ya habían llegado informaciones sobre el estado de salud del expresidente y director nacional del Partido Liberal, César Gaviria Trujillo, pero averiguando con congresistas de este partido confirmaron que los quebrantos de salud de Gaviria son por lo menos preocupantes y muy evidentes.
Un dirigente liberal que se mueve por los círculos políticos bogotanos le dijo a Panoramapolitico.co que el expresidente ya no coordina bien las ideas, comienza hablar y se le olvida o se pierde y habla de otros asuntos.
En ese estado de salud de su director nacional y en momentos en que como formación política no atraviesa una buena coyuntura organizativa, de liderazgo nacional, con fisuras internas muy profundas entre ellas frente al programa de gobierno del presidente Petro, el Liberalismo colombiano llega este jueves a su novena Convención Nacional bastante ilegal, en Cartagena y en el día del Halloween para que no asistan muchos delegados y se disfrace de una democracia interna que no es verdad o no existe.
Se trata de una asamblea nacional liberal obligada o como ultimátum del Consejo Nacional Electoral, que previamente había sancionado a esa colectividad con 25 millones de pesos, pura chichigua, por violar sus propios estatutos que tienen fuerza de ley por no realizar su convención nacional cada dos años y ya lleva cuatro años sin realizar dicha instancia que es la máxima autoridad de decisión de cada partido político en Colombia.
A lo largo de esos irregulares e ilegales años, este Partido fue demandado, lo mismo que la dirección de Gaviria, quien hoy la ejerza en forma extemporánea y en esa condición casi que no convoca la Convención y ahora muy enfermo, mientras dicen que quien está actuando supuestamente en la sombra o mandando es su hijo Simón, según aseguran congresistas.
En ese lánguido panorama bermejo, se llevó a cabo la entrega de credenciales, manejada por un grupo muy selecto de senadores gaviristas que han sido muy favorecidos por la DNL en la entrega de avales y en las posiciones en las listas electorales.
Los opositores a Gaviria dicen que de ese grupo hacen parte los senadores Fabio Amín, Mauricio Gómez, Miguel Ángel Pinto y Juan Pablo Gallo, a quienes señalan, supuestamente, de “manipular” las credenciales de los delegados, con el propósito de asegurar la reelección de César Gaviria.
En concepto de fuertes críticos la maniobra que se estaría cuajando es convertir en delegados a una gran cantidad de invitados especiales, con el fin de conformar unas mayorías que no tienen.
En la víspera de la muy cuestionada convención hay dos asuntos que originan una gran discusión.
Uno de ellos, es quién instalará la Asamblea, que debería ser César Gaviria, pero que estaría en veremos por el deterioro en su salud. Y por eso se plantea o se escucha que dicha apertura de la reunión estaría a cargo del secretario General, Jaime Alberto Jaramillo.
Y el tema central o lo único que saldría de esa convención es cuál sería la dirección que tendría este partido, entre seguir con un manejo único o el colegiado.
La dirección única la defienden los gaviristas, contra la cual se oponen los partidarios de una jefatura colegiada.
La estrategia de los gaviristas es imponer por aclamación a su jefe, evitando que haya deliberaciones, sin votaciones ni verificaciones.
El propósito es impedir la participación de los delegados que quieren un timonazo o viraje en la orientación del partido, que no hablen pues los gaviristas no tiene los votos para una competencia mano a mano.
Para la jefatura única hay cuatro candidaturas, las de Alejandro Carlos Chacón, Luis Fernando Velasco, Gloria Gaitán y César Gaviria.
Y para una dirección plural solo se inscribió una lista, en la cual figura la congresista antioqueña María Eugenia Lopera.
Si la Convención se inclina por la última fórmula, sería barrido César Gaviria, porque no inscribió plancha, lo cual indica que va otra vez por su reelección para otra jefatura única pese a su enfermedad.
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