13 Mar Lo que se necesita es descentralización con recursos

Con una agotadora, desgastante y aburridora agenda u orden del día que incluye 33 intervenciones mañana y tarde, se lleva este jueves 14 de marzo en Medellín la Tercera Audiencia sobre Regiones Autonómicas, que promueve la presidencia del Senado y que se cumple en Plaza Mayor desde las 7:30 a.m.

Será también la ocasión para que el gobernador Rendón se dé cuenta que está solo en su embeleco de propuesta sin futuro de un referendo para promover un cambio constitucional que cree las condiciones para establecer en el país las regiones autónomas o mejor que haya 32 centralistas departamentos, cuando lo que hay que fortalecer son a los municipios.

El trasfondo de esas tales audiencias no es más que un pantallazo del presidente del Senado, Iván Name, para hablar de un hecho que ya está listo, pero que poco se conoce.

Recuerden que desde el 2019 existe la Ley 1962 por la cual se dictan normas orgánicas para el fortalecimiento de la región administrativa de planificación, se establecen las condiciones para su conversión en región entidad territorial y se dictan otras disposiciones, en desarrollo de los artículos 306 y 307 de la C.P.”

Y para darle patitas a esa norma se expidió el decreto 1665 de 2021 que creo La Misión de Descentralización, integrada por sabios en esos asuntos, la cual ya concluyó sus labores y entregó el informe de su trabajo.

En síntesis, esa Misión lo que propone al país es una drástica y urgente modificación del Sistema General de Participación, descentralizando el país, pero con recursos y no con carreta, o sea, acabar con la recentralización que Pastrana y Uribe promovieron contra el espíritu de la Carta del 91 en favor de las regiones, pero sobretodo de los municipios.

Es darle vida a las Provincias que no funcionan y a las Regiones, a las asociaciones de departamentos y de municipios.

De lo anterior es de lo que se ocupará ese certamen.

Y no se trata de meterse en aventuras de referendos rendonistas, que son de su propia vanidoteca.

Ahora, 33 discursos cada uno de 10 minutos, pues yo no voy y seguramente por la tarde el salón estará desierto.