
22 Feb Conservadores se ponen firmes; liberales en la olla
Antes de entrar en los asuntos netamente políticos, no me aguanto de las ganas de hacer un introito sobre fútbol y que, con política, chicas, platica y salud es el quinteto perfecto para la vida material, que pena con mis amigos espirituales y los otros de fe.
Y es que tras ver la pobreza de los equipos de fútbol de la capital antioqueña: Medellín y Nacional no queda más que decir lo siguiente con esta frasecita que se me ocurrió:
El Verde está en saldo rojo.
Y el Rojo está muy verde biche.
Que oncenos tan aburridores y flojos.
Y para adentrarnos en el mundillo de la política parroquial voy a emplear un breve comentario que nos envió vía WhatsApp desde Bogotá, donde reside, el exdirigente político liberal, Orlando Vásquez Velásquez, sobre fútbol y política:
“Si nuestros queridos equipos de fútbol están como bien sabemos, qué no decir de los partidos políticos tradicionales y su dirigencia que no se resigna a la orfandad del poder”.
Este apunte de don Orlando me sirve para entrar de lleno en el panorama político y comenzar diciendo que mientras el Partido Conservador se amarra los pantalones y los del partido de la U ya tienen norte para su asamblea nacional, el Partido Liberal está peor que Nacional y Medellín y fuera de eso en manos del usurpador César Gaviria Trujillo, quien cree que ese partido es de su propiedad.
Este señor ya va para cuatro años, el periodo solo es de dos, apoderado de la Dirección Nacional Liberal, y aunque esa expoliación, ese arrebato, esa apropiación, esa confiscación e incautación para los intereses propios de una jefatura fraudulenta e ilegítima está demandada por ilegal, no ha habido poder para sacarlo de la DNL.
Gaviria no convoca a la Convención Nacional y da órdenes en el liberalismo, como si fuera la sala de su apartamento desde donde en forma dictatorial tiene en la física olla, política e ideológica, a lo que queda de liberalismo, el cual para que se aterren no tiene concejal en Medellín, pues el que hay es conservador, Itagüí solo quedó con un concejal, lo mismo que el municipio de Caldas, donde había siete. Héctor Arango Ángel se debe estar revolcando en su tumba.
El muy oscuro panorama de los rojos vuelve a sonar en el momento en que no sé a quién le dio por mencionar el nombre del exministro que le ganó al cáncer, el paisa bogoteño Alejandro Gaviria, para hacer parte de una dirección única o plural de la DNL, mientras que a otros le suena Luis Fernando Velasco, pero seguramente que este caucano, quien tiene el desafió en esta segunda parte de la legislatura de sacar alguna cosa a favor del gobierno de Petro, sería precandidato presidencial para el 2026, al tanto que por Antioquia el exmagistrado electoral Guillermo Mejía, quien tiene demandado a César Gaviria, pero el CNE no sirve para nada, pide dirección liberal colegiada y renovada con gente experta y nueva como el exdiputado liberal Andrés Mesa.
Entre tanto, los conservadores al menos tienen presidentes que no se atornillan en esas dignidades internas.
Efraín Cepeda duró 24 horas renunciado de la presidencia del Directorio Nacional Conservador, que no le aceptó la dimisión y endureció su postura frente al gobierno petrista porque notificó que la nueva ministra del Deporte no los representa como azuleja, ratificaron la posición de independencia de las bancadas de Senado y Cámara y amenazó con sancionar a los corporados desobedientes.
Eureka, por fin los conservadores no están buscando esta vez gabelas burocráticas y de contratos. ¿Será verdad tanta belleza?
Lo que pasa es que seguramente o a lo mejor tienen la certeza que el péndulo electoral, como acaba de ocurrir en las elecciones territoriales, en las que al petrismo lo golearon en las urnas, volverá en el 2026 al poder de las castas tradicionales que han mandado en Colombia 203 años, sin contar el añito de Petro. Y es mejor deslindarse de todo lo que tenga que ver con izquierdas, para no correr el riesgo que el electorado se los cobre como se los cobró en Medellín. O si no pregúntele a los quemados concejales azules Lucas Cañas, Babinton Flórez, John Jaime Moncada y Carlos Zuluaga.
Duma y concejo
Pasando a otro escenario de la política, se llevó a cabo la reunión conjunta de diputados de Antioquia y de concejales de Medellín para abordar la situación de la intervenida EPS paisa Savia Salud.
Y mientras que el gerente interventor asegura que es salvable, en el debate solo quedaron claros dos caminos: la liquidación o la capitalización.
Pero fue al exdiputado Norman Correa al que mejor le escuché un concepto sobre la situación de Savia Salud. Al programa ya muy digital En Tertulia comentó que en el 2016 cuando él comenzó un cuatrienio como diputado, precisamente la liquidación o la capitalización era el mismo diagnóstico. O sea, la solución está en un punto muerto desde hace ocho años. Lo mismo de lo mismo.
Lo que ha cambiado es que en el 2016 la deuda era de 600 mil millones y ahora se acerca al billón de pesos, al tiempo que los usuarios en peligro, la mayoría del régimen subsidiado, siguen siendo los mismos 1.7 millones.
Este tema en el campo de la salud pública se registró en el momento en que el exdiputado Andrés Mesa recordó que este vienes se realiza una audiencia pública en salud en Medellín, concretamente en el recordado Teatro Camilo Torres de la amada U. de A., donde viví mucha política en los años 70 e hicimos dos huelgas de hambre, pero por la noche comíamos tanto para soportar el día. Jijijiji.
Estará presente el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo e integrantes de las Comisiones Séptimas del Congreso y el eje temático será la bendita y conflictiva reforma a la salud y por ahí mismo el futuro de las EPS como Savia Salud.
A propósito del exdiputado Andrés Mesa ha recibido ofertas muy suculentas de su amigo el ministro Luis Fernando Velasco para irse a trabajar a Bogotá, las cuales no ha aceptado aún, pues no quiere desligarse de la política antioqueña, ya que tiene responsabilidades con unos 25 concejales y cerca de 10 alcaldes amigos a los cuales les están ayudando desde el Gobierno Nacional, además que desacomodaría a su núcleo familiar.
Pero Mesa sigue muy pendiente de la picaresca y de asuntos muy tenaces de la política paisa, como del proyecto de ordenanza que según un artículo de esa iniciativa concentraría en las manos del gobernador Rendón los 400 mil millones del recaudo del impuesto de Rodamiento con la “loable” misión de destinarlo hacia el programa Cero Hambre en Antioquia.
Pero el miedo, el susto o el pavor es que esos millonarios recursos quedarían como en un fondo de bolsillo para ser dirigidos en su distribución y contratación en el tema de la alimentación escolar por el propio mandatario y como advierte el exdiputado en el momento en que el bunker del piso 12 de la Gobernación guarda total silencio y el silencio otorga, sobre que supuestamente habría secretarios que más parecen futuros candidatos al Congreso y que solo estarían un año en el gobierno de Antioquia para no inhabilitarse. Mesa si es desconfiado, pues yo también.
¡Ah! y Andrés Mesa se pilló leyendo las demandas electorales que se presentaron ante el Tribunal Administrativo de Antioquia, luego de los comicios de octubre de 2023, que hay un litigio contra el CNE y que involucra al diputado Walter Salas, que seguramente tiene que ver con que se solicita un nuevo reconteo para la Duma paisa, sobre todo por los graves sucesos que alteraron la votación en Pueblo Rico y que afectaron los resultados del diputado liberal Rubén Callejas.
Suspenso.
Y ojo. Un candidato de Rionegro a la Asamblea de Antioquia en la lista liberal, que sacó como 13.000 votos, aseguran es hoy directivo en Viva junto al gerente uribista Rodrigo Hernández. Con razón le pusieron 9.000 votos en Rionegro y fue uno de los que acabó con el liberalismo en esa ciudad del Oriente paisa.
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