Verdaderos paradigmas de vida y de servicio fueron reconocidos por la Cámara

A instancias del exrepresentante a la Cámara y hoy senador de la República, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, cuatro personas y una entidad fueron reconocidas por la Cámara de Representantes por su trayectoria y gestión social en beneficio de Colombia, Antioquia y Medellín, por lo cual se constituyen en verdaderos ejemplos de vida y de servicio dignos de emular y de ser conocidos por la sociedad.

En concepto del propio congresista conservador antioqueño durante todo el periodo que ejerció en la Cámara tuvo un relacionamiento directo con muchas personas e instituciones habidas de liderazgos, de transformaciones y de servicio a la sociedad.

Fue así como a lo largo de la legislatura propuso a la Cámara que se reconociera la tarea desarrollada por María Isabel Gaviria Álvarez, Carlos Alberto Chaparro Sánchez, Lucrecia Gaviria Díez, César Alberto Prada Plata y la Fundación Colombia College, porque es muy importante para la sociedad en la que todos deben ser iguales, pero que dentro de esa igualdad hay personas que madrugan más, que trabajan más y sobre todo que dan más y que con sus hechos, sus actos y su cotidianidad se convierten en unos adalid de la transformación humana a través de sus instituciones y de sus vidas.

Sin embargo, lamentablemente por la pandemia que azotó a la humanidad y que impidió durante dos años que las personas estuvieran juntas y que interrumpió la vida cotidiana, no se pudo llevar a cabo la entregada de estos reconocimientos aceptados y promulgados por la Cámara, lo que al fin se logró la noche del pasado viernes 22 de julio en uno de los salones del Hotel Estelar de Medellín, en una gala de los mejores, encabezada por el propio legislador Echeverry Alvarán,  ceremonia colmada de buenos relatos e historias de vida y en un marco de gran regocijo y muy familiar.

 

Para el legislador es importante que la sociedad conozca estos ejemplos de vida exitosas, modelos de tareas para aprender, que la sociedad se entere que su hay prácticas muy exitosas y que no todo es malo, que no todo está destruido, que no es verdad que el ser humano sea egoísta, porque hay empresas, instituciones y personas que logran sus propósitos individuales, pero al mismo tiempo siempre le están sirviendo a la sociedad.

También explicó que la pandemia se juntó con la campaña electoral y estos homenajes igualmente se congelaron en el tiempo porque no era una estrategia política de ganar votos y no se vería bien. De tal manera que se esperó y se buscó el momento más adecuado para llevar a cabo los reconocimientos de la Cámara.

El hoy ya senador se preguntó cómo no reconocer a María Isabel Gaviria, que al mismo tiempo es un homenaje a Coomerca y a todos los vendedores ambulantes de Medellín con sus crónicas de transformación desde el antiguo El Pedrero hasta ser agrupados en la Plaza Minorista con todas las complejidades de una sociedad como la de Medellín.

Recalcó que a través del sistema cooperativo lograron darse una propia administración y mantienen una tarea diaria en medio de las dificultades que existen en dicha Plaza, en la que hay personas con mucho dinero y al mismo tiempo otras con estados de pobreza calamitosos, en la que también funcionan empresas formales, pero paralelamente una gran informalidad.

“Entonces que una mujer gerencie y lidere un mercado agrícola y campesino, que le toca trabajar con los más versados y los menos versados, con los que más ganan y con los que menos ganan y al mismo tiempo mantener ese equilibrio de subsistencia, es un paradigma de vida para reconocer”, sustentó con enorme orgullo Echeverry Alvarán.

De Carlos Alberto Chaparro dijo que es un político, pero más que un político es un docente, un educador y lo más importante que ha sido decente y un hombre de una capacidad de servicio muy inteligente.

Chaparro, de origen santandereano, dirige hoy, en concepto del oferente, una de las empresas más bonitas de Colombia, como es Sapiencia, que es la que hace la verdadera diferencia de Medellín con las otras ciudades del país, porque es allí donde se provee la educación gratuita para los que más la necesitan, donde se determinan mecanismos democráticos, honestos y donde un joven sin oportunidades puede ir a la universidad.

De César Prada destacó que como educador alterno del departamento y de la ciudad provee educación para adultos y gran defensor de la educación nocturna.

Su gesta educadora ha permitido suplir al Estado cuando no ha habido el número de maestros que necesitaba la región y mediante organizaciones cooperativas e instituciones educativas se juntaron para garantizar el servicio de la educación en la ampliación de cobertura y de plazas y ha sido un ejemplo único en el departamento, porque son instituciones de carácter privado que prestan servicio a los más necesitados.

La Fundación Colombia College fue exaltada porque es un grupo de mujeres, hermanas santandereanas, inmensamente emprendedoras con proyectos titánicos de consolidar una expresión universitaria en Santander, con programas en los sitios más apartados y con mayores dificultades del conflicto colombiano, donde realizan su labor docente con metodologías que han permitido cualificar y certificar a sus estudiantes y llevarlos a la profesionalización.

Es una institución que además de ser un matriarcado, porque la conforman hermanas y familiares, siempre se ve a la comunidad rodeándolas y acompañándolas.

Por último y con enorme placer y gusto Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán se refirió a Lucrecia Gaviria o mejor Lucrecia Victoria del Socorro Gaviria Diez.

Y se explayó en su presentación al significar que ella es la expresión genuina, sincera y honesta de la mujer antioqueña y colombiana, con sus orígenes en Fredonia, campesina que en los últimos años de la historia política siempre ha sido protagonista acompañando procesos y personas de mucho poder. Rememoró que ha sido asesora de expresidentes, de gobernadores, de alcaldes, congresistas y de concejales.

Y se merece el reconocimiento de la Cámara porque siempre ha desplegado y mostrado una faceta de servicio, una mujer que tuvo el conocimiento de la vida mundana en la espiritualidad negativa o diferente a la religión católica (fue el personaje central de una novela del gran    Germán Castro Caicedo), pero logró recogerse en torno a Dios, pero sin dejar de ser lo que ella es, una mujer ejemplo de servicio, líder, original, antioqueña, matrona, capaz y gran amiga, significó el congresista.

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