Comicios legislativos y consultas despejarán el panorama electoral e ideológico

Con las elecciones del Congreso de la República y la realización de las consultas interpartidistas, se abre este domingo 13 de marzo la gran temporada o competencia democrática nacional en el campo electoral, que servirán para despeja muchos interrogantes, especulaciones, cálculos, pronósticos y realidades para el segundo round presidencial de mayo o de junio y que también marcarán en un alto porcentaje el derrotero regional de las elecciones territoriales del 2023 en departamentos y municipios.

Estas dos jornadas electorales se llevan a cabo tras la crisis que aún impacta al mundo en su salud pública por la pandemia del covid y que ha afectado duramente a Colombia, no sólo en muertos, sino también originando un peligroso caos social que ha estremecido las estructuras económicas y políticas, provocando inestabilidad, estallidos violentos, inconformidades masivas, desasosiego o mucha intranquilidad, dolor, más desempleo y más pobreza, con la riqueza concentrada en pocas manos.

No obstante, y pese a ese complejo panorama lleno de incertidumbres, los colombianos están convocados a las urnas para que mediante su participación no ahonde o profundice las heridas y lecciones sociales que han crecido peligrosamente.

Aunque algunos han querido disminuir la trascendencia política que significa la elección de senadores y de representantes a la Cámara, o sea, de los miembros del poder legislativo, los comicios de Congreso de este domingo son cruciales para el sosiego de la Colombia como país.

En este país hay muchos derrotistas y sepultureros sobre la suerte política y el futuro de Colombia. Hace cuatro años atrás con casi los mismos problemas y debates sobre la desigualdad nacional, que no ha cambiado mucho, pero sin pandemia, 17.2 millones de colombianos de un potencial de 36.4 millones sufragaron para una participación de alrededor del 50%, nada mal, por el contrario, muy aceptable, para una nación con tantos vaivenes de todo tipo.

Este 13 de marzo podrán sufragar 38.8 millones de ciudadanos y los estimativos más optimistas indican que serán sufragantes unos 20 millones de personas.

Si esa cifra de participación se concreta para conformar el Legislativo, el sistema político colombiano se puede dar por bien servido y aún si se repitieran los 17 millones del 2018 o se llegue a guarismos de 18 o 19 millones de votantes. Caso preocupante y que enviaría señales de alerta es que haya un bajón significativo a los 17 millones del marzo del 2018.

Así las cosas, las elecciones de congresistas, pese a su mala imagen, definirán muchas situaciones políticas.

Develarán qué partidos bajan, se mantienen o cuáles suben. También si es verdad o no que el elector, previo a los comicios presidenciales, está cambiando hacia tendencias de alternatividad contestarias de izquierda o se mantendrá una alta cantidad de colombianos con la actual estructura de partidos de centro o de derecha imperando en el manejo de una nación que ajustó sus 200 años de vida independiente.

Serán unos comicios que dirán si es verdad que el uribismo o Centro Democrático (2.5 millones de votos) comenzó su declive ante la opinión nacional o si los liberales (1.8 millones) y los conservadores (1.9 millones) sobreviven, lo mismo que Cambio Radical (2.1 millones), la U (1.8 millones) y los verdes (1.3). También se despejará si el Pacto Histórico obtiene el apoyo en votos que algunos vislumbran o si la coalición de centro también logra parir con un número amplio de escaños.

Por eso mismo los precandidatos presidenciales que compiten en las consultas y los que están por fuera de este proceso de primarias, están muy atentos y expectantes de los resultados de los partidos en las elecciones del Congreso, pues comenzará este 14 de marzo la segunda etapa de las elecciones nacionales hacia la elección presidencial de mayo, y en la cual esos votos para el Congreso serán determinantes a la hora de los pactos o los acuerdos, de los triunfos y las derrotas.

Obviamente la conformación de las dos cámaras también tiene un interés mayúsculo, sobre todo si gana Petro con un Legislativo sin mayorías o triunfa un candidato de la tradición política con mayorías o clientelismo.

Por todo ello, la elección del Congreso no es tema de segundo plano, aunque tenga más resonancia mediática el torneo por el Ejecutivo.

 

Cifras elocuentes

Es tan significativa la elección del Congreso que según datos de la Registraduría fueron 2.966 los candidatos que se inscribieron para participar en estas elecciones de marzo, 407 de los cuales son miembros de organizaciones de víctimas del conflicto armado que aspiran a ser elegidos para 16 Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz (Citrep) a la Cámara de Representantes.

Para el Senado se inscribieron 997 candidatos que conforman 25 listas, así: por la circunscripción nacional se inscribieron 16 listas conformadas por 974 candidatos, y por la circunscripción indígena, 9 listas integradas por 23 aspirantes.

Para la Cámara de Representantes se inscribieron 1.562 candidatos en 333 listas, distribuidos de la siguiente manera: circunscripción territorial, 268 listas integradas por 1.396 candidatos; circunscripción indígena, 7 listas constituidas por 12 candidatos; circunscripción afrodescendiente, 48 listas conformadas por 131 candidatos y circunscripción internacional, 10 listas formadas por 23 candidatos.

Como ya habíamos informado para la Cámara en Antioquia se apuntaron 148 candidatos distribuidos en 10 listas, para disputar los 17 escaños paisas a ese cuerpo legislativo.

Muchos hablan pestes del Congreso, pero observen este dato que es toda una paradoja. Comparado con las elecciones del 2018, la inscripción para el Senado mantuvo una cifra similar de listas. Sin embargo, aumentó el número de candidatos si se tiene en cuenta que en el 2018 se inscribieron 945, mientras que, para las elecciones del 2022, 997 colombianos aspiran a esa corporación pública. Pero para la Cámara el fenómeno se invirtió, pues en el 2018 se inscribieron 1.794 candidatos en 362 listas y para las próximas elecciones se presentarán 1.562 incluidos en 333 listas.

Así mismo es interesante saber que se inscribieron 80 listas en coaliciones con 688 candidatos, 10 listas de movimientos sociales o grupos significativos de ciudadanos con 226 candidatos, 48 listas de organizaciones afrodescendientes con 131 aspirantes, 16 listas de organizaciones indígenas con 35 candidatos y 204 listas de partidos o movimientos políticos con personería jurídica con 1.479 candidatos.

En marzo del 2018 el umbral electoral para que un partido o movimiento político participara en la repartición de las 100 curules de la circunscripción nacional del Senado fue de 458.019 votos, correspondientes al 3% de la votación válida que fue de 15.2 millones de sufragantes.

Entre tanto cada curul significaba o valía 131.683 votos que es la cifra repartidora.

El CD logró 19 curales, CR 16, conservadores 14, liberales 14, La U 14, la Alianza Verde 9, Polo 5, mientras que 3 escaños eligieron la Coalición de la Decencia, Mira y Colombia Justa Libre.

El caso de Antioquia

Hace cuatro años esta región puso para la Cámara 1.7 millones de votos y es posible que este 13 de marzo esté rondando por los dos millones de votos de los cinco que pueden sufragar en esta región.

Uno de los desafíos es que para el Senado este territorio logre mantener sus 13 corporados de 2014 y 2018, pues subirlos sería un gran triunfo entre los 36 aspirantes de origen antioqueño que están inscritos.

El gran interrogante para la Cámara Antioquia, si nos atenemos a que hay un consenso que disminuirán curules, es cuántas pierde el uribismo es su meca política y se habla que pasarían de 7 a 5.

El argumento colectivo es que los afectará la no presencia de su máximo comandante político Álvaro Uribe al frente de sus listas como candidato, al desgaste tras 20 años de batallas por y en el poder nacional y a la falta de “química”, de conexión o comunicación del actual gobierno de Iván Duque, al tiempo que algunas de sus decisiones generaron violentos rechazos, que pueden reflejarse en la votación de su partido.

Los liberales y conservadores compiten por mantener sus tres curules de Cámara, los Verdes y Cambio Radical de dar la sorpresa y subirlas de una a dos tras el arreglo de CR con sectores religiosos, al tiempo que la U sudará por conservar su representante y los alternativos de izquierda como Dignidad o expolos, los del Polo y los petristas podrían tener la oportunidad de sacar por primera vez, los sectores de oposición en Antioquia, dos escaños de Cámara.

En el 2018 el umbral electoral se ubicó en 51.376 votos y para obtener una curul la cifra repartidora fue por cada 76.478 votos.

En Antioquia compiten por las 17 curules en juego 10 partidos, movimientos o coaliciones políticas.

Las consultas

Corrían los finales de la década de los fabulosos años 80, en medio del caos que habían originado en todo el país los peligrosos carteles de la droga, y el debate en la política nacional era la democratización de las decisiones internas de los partidos para la escogencia de los candidatos presidenciales y no al tenor de las maquinarias políticas.

El Partido Liberal fue el primero en emplear esa especie de “primarias” y le dio tan buen resultado que ganó las elecciones de 1990 y 1994 con aspirantes que venían provenientes de esas consultas, como César Gaviria y Ernesto Samper.

Después vino la aplanadora uribista y la santista con sus reelecciones y las consultas con éxito solo volvieron a tener vigencia en el 2018 con los triunfos de Petro e Iván Duque a la postre hoy presidente de Colombia.

Para la actual temporada electoral presidencial y tras una avalancha inicial de aspirantes, 22 personas están hoy en el partidor en busca de la meta en la Casa de Nariño, quince de ellos distribuidos en un interesante juego de coaliciones, lo que es inédito en el país y cada una con cinco alternativas, y otros siete que van por su propio lado.

Entonces este domingo saldrán del abanico o del llavero presidencial, 12 aspirantes y tres se unirán a los otros siete para participar los 10 entre este 14 de marzo y el 29 de mayo en la gran carrera por el poder Ejecutivo, en un segundo capítulo de esta novela electoral al típico estilo criollo o colombiano.

Serán unas consultas atípicas o mejor inéditas por su alto número de competidores, repartidos en tres bloques en los cuales con base en las encuestas se perfilan como candidatos Petro, Fico o Barguil y Fajardo o Gaviria, en lo cual solo las urnas serán los jueces finales.

Votar es fácil

Para la jornada electoral de este domingo el elector debe tener en cuenta la siguiente recomendación:

Como se trata de una elección del Congreso habrá tarjetones para el Senado y la Cámara.

En el caso de Senado habrá dos tarjetones, uno para la circunscripción nacional y otro para la indígena. El votante sólo recibirá uno para sufragar.

Lo mismo para la Cámara, en cuyo caso habrá tres tarjetones, para la circunscripción territorial, la afrodescendiente y la indígena. Sólo se puede votar en uno.

Y para participar en las consultas hay que solicitar uno de los tres tarjetones por la Coalición del Pacto Histórico, de la Coalición Centro Esperanza y la del Equipo Colombia. Solo se puede sufragar por la que solicitó.

Solo las personas que voten para la elección del Congreso recibirán el certificado electoral.

El que sufrague únicamente para la consulta no se hará acreedor a ese certificado y sus beneficios.

La otra novedad en estos comicios, será la elección por una sola vez de las 16 circunscripciones de paz en la Cámara, para las cuales solo se votarán en zonas rurales de municipios afectados por el conflicto armado, que para Antioquia están ubicadas en Urabá Bajo Cauca y el Nordeste.

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