31 Oct Hernán Cadavid asusta a Óscar Darío Pérez
Va a comenzar noviembre de este durísimo 2021 y se acerca uno de los momentos claves del calendario electoral para la muy competida elección del siempre controvertido, por su naturaleza, Legislativo colombiano, como es la inscripción de las listas de candidatos al Senado y a la Cámara de Representantes.
Este 13 de noviembre, como lo disponen las normas legales, se abre la fase de registro de aspirantes al Congreso de la República, que se extenderá durante un mes, cuando la actual campaña electoral entra en sus cuatro últimos meses antes de la cita con las urnas del 13 de marzo del 2022.
Una de las más interesantes expectativas político-electorales en Antioquia es como quedará el orden de candidatos en la confección y composición de la lista del Centro Democrático, CD, a la Cámara, para la cual ya han trascendido los aspirantes con más fuerza en representación de las por lo menos quince tendencias del uribismo paisa, pero la atención está concentrada en quién será el primer renglón o mejor la cabeza de la lista de esta plancha, que en los comicios del 2014 y el 2018 fue la más votada en este departamento, favorecida por el apoyo en esta región a las posturas del expresidente Uribe.
En esas dos últimas elecciones la lista la ha liderado el ya muy curtido y prestigioso legislador Óscar Darío Pérez Pineda, quien en marzo del 2018 sorprendió con sus casi 86.000 votos, un altísimo guarismo que nunca había alcanzado ni cuando fue elegido en la lista conservadora a nombre del ramismo o del Equipo Colombia, y que, en esa oportunidad, ya en el uribismo, atribuyeron precisamente a ser el primer renglón y a la costumbre del elector de votar por el que ocupe esa casilla.
Pues para los difíciles comicios postpandémicos y postestallidos sociales del 2022, se ha conocido que Pérez Pineda también busca no solo volver a la Cámara, sino que intenta mantenerse como el primer renglón en la lista del CD.
Sin embargo, y pese al hermetismo y sigilo con el cual se adelanta la construcción de las listas de candidatos de ese partido al Congreso, ha aparecido en Antioquia el nombre de un joven abogado, que se dice, podría ser el que produciría tremendo revolcón en la lista a la Cámara al comandarla por encima de Óscar Darío Pérez.
Mejor dicho, el debate en ese partido en si recurren otra vez a la trayectoria de Pérez o en estos tiempos de fuertes reclamos de los jóvenes, se la juegan por la renovación en ese primer renglón con la figura de un muchacho de 34 años, que en los últimos seis años se ha hecho sentir con más fuerte protagonismo jurídico que político dentro del Centro Democrático: Hernán Darío Cadavid Márquez.
La referencia, el antecedente o prueba electoral más reciente que se tiene de este joven abogado fueron, para un desconocido, sus 13.989 votos que obtuvo en la lista del CD a la Cámara por Antioquia en marzo del 2018, o sea, en los pasados comicios. Eso le dio para sacar la onceaba votación a unos seis mil quinientos votos de la séptima curul elegida por ese partido que fue Margarita Restrepo con sus 20.434 sufragios.
Y por qué ahora suena su nombre con tanta insistencia para desbancar al cotizado Pérez Pineda. Pues por una historia personal que despegó siendo un joven muy normal en Barbosa, sin consanguinidad con la política, pero que sin tener aún edad para votar se identificaba con los planteamientos de Álvaro Uribe Vélez, le gustaba como pensaba ese político que solo veía en los medios de información, y con quien tenía una inercia de fuerte simpatía.
Luego en los años de universidad, estudiando Derecho en la U. de M., comenzó a defender las tesis uribistas en el Gobierno Nacional sin tener un vínculo familiar, ni empresarial y menos político, como lo reitera una y otra vez en el primer diálogo que sostuvo con el portal Panoramapolitico.co.
“mi relación más cercana con Uribe era verlo en las noticias”, recordó y solo pudo votar por él en el 2006 cuando fue reelegido presidente.
Y fue entre los años 2013 y 2014, cuando se constituyó el partido Centro Democrático, que decidió acercarse a esta formación y terminó siendo el director nacional de jóvenes de la campaña presidencial del 2014. Mostró tanto empuje y ganas en su trabajo que lo sacaron de Barbosa y lo mandaron para Bogotá. Comenzó a recorrer el país, se le abrieron espacios en los medios bogotanos, participó activamente en foros universitarios y de esa forma su activismo político despegó definitivamente dentro de ese partido, donde no era fácil y todo es muy competido, al tiempo que no faltan los celos de congresistas de su partido por las continuas intervenciones suyas en la radio de Bogotá. En política los rivales no están al frente, sino dentro de la propia casa. Pero él seguía adelante convencido de su propio uribismo.
El candidato del CD, Óscar Iván Zuluaga, perdió las elecciones presidenciales con la reelección de Santos y el joven Cadavid se quedó en la capital colombiana como asesor jurídico y legislativo en el Congreso durante todo el cuatrienio 2014 – 2018.
Es especialista en Derecho Administrativo, pero le tocó a la fuerza convertirse en penalista, trabajando en el equipo de apoderados por los apuros judiciales que ha enfrentado el expresidente Uribe.
En el 2016, el año del plebiscito santista por la paz con las Farc en el que ganó el NO que sustentaba por todo el país, ocurrió una anécdota que partió su historia y produjo una ruptura en la carrera del pelado Cadavid. Por su ajetreo por el No al acuerdo de paz, fue invitado a La Habana para que defendiera allá su postura. Le pidió permiso a Uribe convencido que le iba a decir que no viajara, pero fue todo lo contrario, le respondió que fuera y que defendiera la posición de ellos que conocía al detalle. Sostuvo un duro encontronazo con los guerrilleros y al retornar y presentar su informe, se llevó tremendo asombro cuando Uribe le planteó que se preparara que lo quería ver de candidato al Congreso en las elecciones de 2018.
Primera aspiración
Aceptó el desafío electoral, pero en medio de un ejercicio muy solo, espontáneo, sin organización, sin un solo concejal, sin un peso y solo con la opinión que había acumulado. Era un total desconocido en el complicado mundo de conseguir votos.
Sus casi 14.000 votos del 2018 los atribuyó al sufragio de opinión y a sus largas caminatas en la calle, de casa en casa, de negocio en negocio, presentando su aspiración y entregando un volantico. “No tenía nada que perder, aunque sabía que iba a perder”, analizó ese momento de la campaña, en la cual aprovechaba todos los espacios de debate que ofrecían medios, universidades, gremios, etc. Se iba solo para las subregiones donde nadie tenía idea quién era, como el caso de Urabá, pero allí se ponía a hablar sobre restitución de tierra, tema que conocía muy bien, lograba audiencia y también proponía otras prioridades para el Eje Bananero. Le ha gustado estudiar los temas neurálgicos de la realidad colombiana y no aparecer solo como el asesor de Uribe. Resultado final: el 50% de los votos los sacó en Medellín y la otra mitad en el resto de Antioquia, con más o menos una votación superior en Barbosa sobre los demás municipios.
En los últimos tres años y medio ha estado trabajando en el proceso que la justicia adelanta contra Uribe, quien le entregó toda su confianza, además porque demostró que conocía en profundidad los intríngulis de ese caso. Se vinculó al pie de su jefe en los asuntos judiciales y políticos como miembro de su Unidad Legislativa en el Senado.
Y el año pasado cuando se emitió la medida de aseguramiento comenzó a trabajar como coordinador del equipo de defensa jurídico del cual hacen parte Lombana, Granados y otros, quienes son los verdaderos abogados defensores.
Nueva candidatura
– Bueno doctor Hernán Cadavid, tras relatar esta parte de su vida, la pregunta ahora es ¿será nuevamente candidato a la Cámara?
“Pero eso tiene primero un antecedente. En diciembre del 2020 se filtró la noticia de que el Gobierno Nacional me quería como viceministro del Interior. El presidente Uribe me siguió insistiendo que pensara en el Congreso. Yo le respondo que no me sometiera otra vez a esos asuntos electorales del 2018. Yo quería ir al viceministerio, pero el presidente optó por otra persona de la Costa.
Ahora creo que la imagen de opinión mía ha cambiado muchísimo, hemos ganado espacios políticos, agrupando a varios sectores alrededor de mi aspiración y dentro de esa explosión de matices dentro del CD, yo no soy uno más, soy una persona cercana a Uribe que no pretende crear otro matiz, sino reivindicar una visión de partido y en esa medida he venido recibiendo apoyos a una nueva aspiración a la Cámara, la cual se ha habilitado para asumirla.
La candidatura está súper definida, al punto que hoy la decisión de la cabeza de la lista es entre Oscar Darío Pérez y yo”.
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