25 Ene Alcalde goleó a promotores de la revocatoria
Parodiando la reciente y dolorosa goleada 6 a 0 de Ecuador a Colombia, esa misma goleada fue la que el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, propinó a los instigadores de la revocatoria de su mandato, pobrísimamente representados por el abogado y profesor Julio Enrique González Villa, en el estreno de las llamadas audiencias públicas, que tuvieron de todo menos de públicas.
No sólo este también quemado al Concejo Municipal fue uno de los grandes derrotados en ese ejercicio de trámite, que no definía nada, sino que otro de los lunares bien negros lo constituyó el lamentable Consejo Nacional Electoral, CNE, que tiene Colombia al cambiar las reglas de juego de la audiencia pública de Medellín, lo cual sólo se vino a saber durante el transcurso de esa sesión, que tampoco se realizó en el auditorio Guillermo Cano de la Alcaldía de Medellín, sino en dos salones de Plaza Mayor, a los cuales sólo pudieron ingresar los funcionarios del CNE, de la Delegación Departamental del Estado Civil, de la Procuraduría, Quintero y González y camarógrafos.
La tan cacareada participación ciudadana en esa audiencia, previa inscripción de 20 ciudadanos por cada bando, para hablar diez de ellos por cada polo, se frustró al ser eliminada por el CNE a lo mejor por ¿el afán de los dos magistrados que estuvieron en Medellín? se preguntaron varios observadores que lamentaron ese proceder para un acto que debió ser amplio, pluralista, abierto y sin afanes, como comentó el analista político y jurídico David Suárez en sus redes sociales.
Así las cosas, los únicos que contrastaron posiciones fueron González Villa y el alcalde Quintero, en una deliberación que comenzó a las 10:15 de la mañana y concluyó a eso de las 12:23 del mediodía.
La conclusión generalizada de expertos observadores sin ningún interés en esa discusión, como los abogados y políticos Guillermo Mejía, Jairo Gallego y Martín Cardona, del médico Jorge Morales y de algunos agudos periodistas de portales digitales de la ciudad es que González Villa no dio la talla y que la paliza que le propinó el mandatario fue tan evidente que es mejor que vayan desistiendo de avanzar en el proceso revocatorio, pues por la debilidad y la pobreza argumentativa desde ya se vaticina una peor derrota a la sufrida en las elecciones de octubre de 2019 en las elecciones para la Alcaldía de Medellín.
González Villa, a quien se le olvida que fue conservador y ahora uribista, para que ahora venga a tildar a otros de camaleones, leyó un pesado escrito colmado de adjetivos contra el alcalde, con lo cual se distanció y falló completamente de demostrar los argumentos probatorios sobre un supuesto incumplimiento del programa de gobierno y menos de comprobar la insatisfacción entre la gente. Y muchos se preguntan de dónde se auto- nomina dizque vocero cívico de los medellinenses una persona que pocos conocen en la ciudad y quien debería aclarar que le pasó en la UPB y en EE.VV.
Además, le tuvieron que desmentir sus errores tan protuberantes en la inversión y presupuesto en educación y se puso a hablar de una Antioquia que ya no existe, sino en los poemas de Jorge Robledo Ortiz.
En general, los “revocatorios” no aportaron nada nuevo en la audiencia de este lunes 25 de enero y fueron apabullados por una magistral, informada y convencida defensa y presentación del alcalde Quintero.
Fue tan contundente este mandatario que le recordó que recibió un Medellín con una alta tasa de desempleo y de endeudamiento, situación que se ha complicado con la inesperada pandemia que atacó a la humanidad, y que ahora González Villa y sus amigos con el peor ejemplo de falta de empatía, entendida como la carencia de ponerse en los zapatos de otro, quieren complicar más distrayendo a la ciudad del objetivo central de hacerle frente al brutal asesino viral, que le ha costado a Colombia en menos de un año 50.000 muertos y un millón de contagiados, originando al mismo tiempo miedo y pobreza.
Diferente a los permanentes e innecesarios descalificativos de González Villa contra el Alcalde; Quintero Calle siempre fue diligente y respetuoso con su oponente, aclaró todas las pocas dudas señaladas en su primer año de mandato, pero eso sí le hizo ver que tratan es de reeditar una nueva elección que ya perdieron y en la que Medellín quería el cambio, al tiempo que le enrostró que se quemó para el Concejo, al igual que Bernardo Alejandro Guerra, o sea un sindicato de revanchistas derrotados en las urnas.
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