Al oído del alcalde

Un gran lote baldío, al descubierto, pese a que lo podaron, pero que rápidamente se volverá a colmar de maleza, es el único lunar que la Empresa de Desarrollo Urbano, EDU, dejó en desarrollo de los trabajos de adecuación, recuperación y construcción de otros muy agradables espacios públicos alrededor de la Ciudadela Universitaria de Occidente y que fueron entregados este sábado a la comunidad de las Comunas la América y San Javier por el alcalde Daniel Quintero Calle.

 Ese lote no sólo desmejora y afea el impacto visual sobre la importante transformación urbana alcanzada con los espacios públicos entregados a la comunidad, sino que el principal problema que originará es que se convertirá en un peligroso foco de inseguridad para el sector residencial vecino a la Ciudadela Universitaria. 

Los habitantes de la Urbanización Plaza Linares, precisamente construida por el Municipio de Medellín en la década de los años 90, es la más perjudicada por ese rastrojo dejado por la EDU, a la cual durante el proceso de cierre de actas de vecindad, se le advirtió de ese gran lunar, lo que quedó por escrito como un gran problema en las observaciones de las actas, pero esa empresa pocas bolas ha parado a las inquietudes formuladas, y las cinco torres y los cien apartamentos quedaron expuestos a la inseguridad. 

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