Las demagogias reformistas del Gobernador Rendón

Con la acostumbrada demagogia de los privatizadores neoliberales de que sus reformas administrativas solo buscan liberar o ahorrar recursos públicos hacia la gran mentira de invertirlos en programas sociales, el ultraderecha gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón Cardona, está cañando con su tal nueva estructura administrativa del gobierno de Antioquia, con los trillados sofismas de austeridad, eficiencia y sin excesos.

El desconocido Rendón no ganó las elecciones por promesas como esas, que ni siquiera divulgó ampliamente en su extraña y larga campaña electoral, bien financiada, lo que nadie hasta ahora se ha preguntado y menos explicado de dónde sacó la plata tras ser alcalde de Rionegro.

Rendón ganó por la coyuntura especial de Antioquia contra las políticas de izquierda del presidente Gustavo Petro y por el desprestigio y enredada gestión en Medellín del exalcalde Daniel Quintero, quien también se transformó en izquierdoso, en una región de mayorías de derecha política, pero sobre todo por los 500.000 votos que Fico le aportó a Rendón en la ciudad. Mejor dicho, lo hizo gobernador, derrotando a Luis Pérez, quien esta vez no contó con el concurso de los políticos que él creía tener o creía tener más votos que los mismos políticos.

Lo que acaba de hacer Rendón es lo que siempre saben hacer los uribistas, y eso que este es más ramista, reducir el estado a su mínima expresión en favor de los privados y así consiguen los voticos.

Eso es lo mismo que ya entre 1995 y 1997 llevó a cabo Álvaro Uribe cuando fue gobernador: dejar sin trabajo a unos 8.000 funcionarios de la Gobernación, acabar con Turantioquia, entidad que era un total éxito para el turismo social de los antioqueños; desaparecer de un plumazo los campamentos de obras públicas en el departamento de mayor complejidad geográfica del país y lo peor, dejar sin autoridad a cientos de corregimientos en las áreas rurales de Antioquia, al acabar con los inspectores de política con el cálculo de disminuir el poder político del guerrismo del cual fue un disidente.

Entonces, ahora Rendón, una mala copia o remedo de Uribe, intenta hacer lo mismo. Con razón desde hace casi 30 años el uribismo no ganaba la Gobernación de Antioquia.

Y lo lamentable es que muchos decepcionados piensa que estas nuevas andanzas y garrotazos de Rendón contra lo público, los debe estar aplaudiendo sonriente el traidor al pensamiento socialdemócrata liberal Eugenio Prieto, sentado en su silla de burócrata de Hacienda, engordando y envejeciéndose víctima de su propio personalismo, mientras las bases engañadas de lo que fue la mentira del Liberalismo Socialdemócrata de Antioquia aguantando hambre desempleadas, al tiempo que Rendón llenando La Alpujarra de rionegreros, algunos de ellos en la mira de la justicia.

Y es tan equivocado el desorden administrativo que armó Rendón, que otra de las revelaciones liberales del Derecho pensante en la Región, Carlos Mario Patiño, un hijo de Copacabana y magister en Derecho Económico, hace ver que como era de esperarse y a nombre de la austeridad terminan relegados o suprimidos temas poblacionales y sociales, desaparecen los adultos mayores, las poblaciones y los jóvenes quedan solo simbólicamente en la fiebre reformista del privatizador Rendón.

En su concepto es una reforma que impacta los asuntos institucionales de la Gobernación y es un atavismo neoliberal que desmonta la lucha de poblaciones por estar representadas en el gabinete, que impone la idea de eficiencia, sobre la garantía de eficacia.

Un gravísimo ejemplo es “la desaparición de toda la institucionalidad de fomento económico, lo que da cuenta de un desprecio por el apoyo a los creadores de riqueza en las regiones, paradójico.  (irónico al menos)”, lamentó Patiño.

Y señala más errores como el nuevo enfoque a la Secretaría de la Mujer, que quedó más bien como una secretaría de la familia, pues no está enfocada en la protección de los derechos de las mujeres en sí mismas, sino en condición de miembros de la familia y su rol de cuidadoras.

Pero la peor embarrada es la fusión de lo social con salud, que carga al funcionario, toda vez que en la Secretaría de Salud de Antioquia que es la dirección de salud en la región, es imposible atender todos los temas, además que suprimieron direcciones.

Por su parte, otro inquieto observador de la vida pública parroquial, el profesor David Suárez formuló un fulminante interrogante a la reforma rendonista: “Una pregunta en la reforma administrativa de la Gobernación de Antioquia: ¿es más importante la Oficina Privada que tener en el primer nivel a las Secretarías de Cultura, la de Minas, la de Turismo, el Dapard (Atención de Riesgos, Emergencias, Desastres), la de Participación Ciudadana?  Qué corchada. 

Entre tanto, el también jurista y profesor Rodolfo Correa calificó de triste la decisión de la Gobernación de Antioquia de eliminar la Secretaría de Turismo. A lo Uribe en el 95.

Al respecto precisó que “para el año 2022, este representó un 4.8% del PIB en Antioquia. Claramente el turismo puede reemplazar el petróleo como fuente de ingreso.

Antioquia es el Departamento con mayor potencial turístico de Colombia”.

Ahora, en lo único que Panoramapolítico.co y el abogado Patiño coincidimos como un acierto en el embeleco que armó Rendón, es que suprime los Seres, pues el exgobernador Aníbal Gaviria había creado un aparato gigantesco que relegaba temas importantes.

Toda esta manipulación mental de los antioqueños, como también lo hicieron en las elecciones, según demanda de Luis Pérez, curre cuando dentro del edificio de la Gobernación se vive un pésimo clima laboral, las caras son largas y aburridas.

Muchos empleados de la Gobernación mostraron su desencanto con Rendón por el golpe mortal al Dapard y se escucharon voces que recordaron la ordenanza que dio vida a esta entidad después de ocurridas las tragedias de Tapartó y de Murindó. “El Fopreve que en ese momento dependía de Desarrollo de la Comunidad, carecía de recursos para atender esas eventualidades. Por eso se creó el Departamento Administrativo, para disponer de su propio presupuesto”.

Y ellos mismos siguen hablando de otra embarrada de Rendón, pues aseguran que quiere que la junta del Fondo de la Vivienda quede integrada por 8 personas, pero que cinco de ellos en representación de la administración. Es decir que, tras 70 años, los empleados quedarían en desventaja con 3 votos. Siempre han sido 4. La idea es acabar con el Fondo.

Y dicen que desprecian tanto al periodismo, que a los pobres comunicadores de la Gobernación los mandaron para un lugar equivocado que no tiene nada que ver con sus funciones, donde siguen arrinconados y lejos del bunker y las “alambradas” del piso 12. Como campos de concentración, dijeron. Y los periodistas de la ciudad siguen esperanzados en la ridícula y limosna pauta del plan de medios de la Gobernación.

En conclusión, los propios servidores que aún sobreviven en el régimen de Rendón dicen que no hubo ninguna reforma, sino una reducción de la calidad en el servicio a los antioqueños, lo que serviría también de título a esta triste nota. Pobre Gobernación en las manos que quedó.

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