02 Jul Conformarán comité promotor de la abstención al referendo de Rendón
Como desde Antioquia se está promoviendo un referendo de autonomía fiscal para los departamentos y para ello se integró un comité promotor que incluye también la recolección de firmas, un importante grupo de personas en desacuerdo con el innecesario referendo, se reunieron para planear la constitución de un comité en favor de la abstención y también contra la recolección de firmas mediante el ¡No firme!
La reunión se cumplió en la semana que concluyó, durante la cual se elaboró un listado de las personas que podrían hacer parte del comité pro abstención y consultar con la Organización Electoral del país los pasos que deben dar para hacer viable legalmente esta iniciativa ciudadana contra la idea del gobernador Andrés Julián Rendón y su séquito de ideólogos uribistas que están en el trasfondo, además del traidor a la socialdemocracia liberal, el hoy torcido, empedernido burócrata, demagogo y ladrilludo secretario de Hacienda seccional Eugenio Prieto Soto.
Como existe un comité promotor del referendo, también debe existir un comité que llame a la abstención, dijeron los dirigentes que llamarán a la apatía.
La posición en contra del referendo del gobernador de Antioquia se origina en que lo consideran inútil, innecesario y costoso, además con el trasfondo politiquero de intentar que el muy poco conocido de Rendón llegue a figurar nacionalmente con el cálculo de una eventual, futura y remota candidatura presidencial.
El ultraderecha de Andrés Julián Rendón quiere parecerse a Álvaro Uribe, pese a no tener ni la trayectoria ni la brillantez como político del expresidente.
Consideran que ese referendo politiquero es innecesario porque ya en el Congreso de la República fue aprobado en sus primeros cuatro debates de ocho y en una legislatura de dos, el acto legislativo que incrementaría el Sistema General de Participación, SGT, hoy el situado fiscal al 46.5% de los ingresos corrientes de la Nación para el fortalecimiento de la autonomía de los departamentos, distritos y municipios, lo que se había logrado con la Constitución de 1991, pero que posteriormente los neoliberales gobiernos uribistas golpearon reduciendo esa participación a la mitad, lo que se pretende nuevamente corregir con esa reforma constitucional, para lo cual no se necesitan referendos.
Y también surgen muchas dudas de cómo y quiénes estarán a cargo de la financiación de ese referendo, o, mejor dicho, de dónde saldrán los recursos porque no puede utilizarse ni un peso del departamento. En este punto existen muchos interrogantes. A lo mejor están pensando en otra vaca, que tantos dolores de cabeza trajo a un grupito dizque de fraternos congresistas.
En torno al planteamiento del gobernador Rendón que su referendo busca que los impuestos de renta y patrimonio se queden en las regiones, los promotores de la abstención alertan que parte de la premisa falsa que la riqueza se declara donde se genera y también niega la condición de redistribución de la riqueza en un Estado Social de Derecho, el cual tiene sentido en la distribución de la riqueza.
Los abstencionistas sostienen que el referendo promueve que quienes más recursos tienen reciban más recursos de la Nación, profundizando la desigualdad, centralizando la riqueza con lo cual se genera mayor pobreza y mayor riqueza de los más ricos, al tiempo que niega el sentido que tiene el Estado Social de Derecho.
Se originaría un total desequilibrio, por ejemplo, entre Antioquia y Chocó y también con el resto de los departamentos.
“Eso parte de una idea muy tonta en economía que dice que mientras los ricos sean más ricos, los pobres dejarán de ser más pobres, o sea, la famosa teoría neoliberal del goteo o la de que mientras yo tenga más plata, lo que se me caiga de la mesa alimentaría a los pobres, lo que está absolutamente revaluado porque la única forma de generar riqueza en una sociedad es si la gente tiene garantías”, dijeron los abstencionistas.
Insistieron que de ese modo vuelve a haber Departamento y municipios muy ricos y otros muy paupérrimos o pobres, generando una pobreza general de la sociedad, porque cuando el rico es más rico, es un síntoma que una economía no es sana, porque no hay redistribución, sino concentración de la riqueza, lo que significa pobreza.
Además, indicaron que, con ese equivocado, inútil y politizado referendo de Rendón, se cambiaría el centralismo de Bogotá por el de capitales como Medellín, Barranquilla, Cali y Bucaramanga, porque lo que hoy tienen que hacer los alcaldes en Bogotá, tendrían que hacerlo en esas cuatro ciudades, logrando únicamente cambiar un centralismo por otro.
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