
18 Jun Solito nadie gana la gobernación y la Alcaldía
Luego de la tremenda diáspora que acaba de ocurrir en la campaña electoral para la Gobernación de Antioquia, entonces la gran pregunta que muchos se hacen es qué va a ocurrir cuando estamos a once días de comenzar las inscripciones de candidatos y a tan solo 40 días del cierre de ese proceso de registro de aspiraciones y todo el mundo anda por su propio lado.
Muchos están de acuerdo que hoy no hay un solo candidato que gane el ejecutivo regional sin una coalición fuerte que lo acompañe a las urnas. Y en la actualidad eso es lo que está ocurriendo, todo el mundo tirando para su propia cuerda, aunque seguramente en secreto se estarían dando algunos contactos, pero son tan ocultos como difíciles de concretar.
La ruptura pública de la gran coalición por Antioquia o del pacto de los Indianos, la entrega de avales del CD a Andrés Julián Rendón, de los conservadores a Juan Diego Gómez, de los liberales a Eugenio Prieto y la entrega a lo pinocho o en secreto de sus firmas por parte del temperamental Mauricio Tobón acabó con el único experimento o esfuerzo de coalición de campaña tangible que se venía dando para obtener una candidatura fuerte y competitiva.
Tuvieron más razón los agoreros del desastre que desde un principio vaticinaron que esos cuatro nunca llegarían a nada dizque por sus egos, por sus diferencias de estilo, por sus recientes apoyos a unos gobiernos, por la desconfianza, por las diferencias en la concepción política y que ni siquiera por sus posturas opositoras frente a Petro y Quintero lograrían avanzar hacia una sola candidatura.
Ahora el otro lado. La entrega del aval liberal a Eugenio Prieto, automáticamente dejó sin este requisito partidista a Julián Bedoya, quien junto a los congresistas Juan Diego Echavarría, John Jairo Roldán y María Eugenia Lopera enfilaron todas sus baterías en conseguirlo o al menos en evitar o en competirle a Prieto para que no lo consiguiera como al fin se le dio.
Entonces, qué va a hacer Bedoya, quien contra el tiempo hoy no tiene pasaporte legal conocido para ser candidato y ya es muy tarde para recoger firmas, pues ni siquiera ha inscrito su propio grupo significativo de ciudadanos.
De Luis Pérez, sin aval conocido, se dicen muchas cosas, se especula a montones, pero él sabe que sin un bloque amplio que lo respalde tampoco llegaría a buen puerto su aspiración.
Y de Esteban Restrepo sigue en pie su aspiración solo con su primíparo y nuevo partido Independientes, pues entre los alternativos y sobre todo de la izquierda paisa, lo único que se conoce es el triste espectáculo que entre ellos mismos está ocurriendo con peleas por todo y eso que no son grandes electores en esta región.
Diáspora es sinónimo de éxodo, diseminación, dispersión, marcha y es lo que está ocurriendo con la campaña por la Gobernación de Antioquia, y por los lados de la Alcaldía de Medellín el asunto es peor.
Y lo que hoy no está imperando en el antónimo de diáspora que es concentración de esfuerzos para ganar en las urnas, o sea con coaliciones o con un bloque que aporte votos.
Andrés Julián Rendón, quien posa de candidato como una humilde paloma, cuando en el poder es una hiena y nunca una buena persona, no gana solo con la votación del CD cuya lista para la Asamblea de Antioquia en el 2019 sacó 406.000 votos y para la Cámara el año pasado 424.000 tarjetones a favor.
Y menos tampoco Juan Diego Gómez y Eugenio Prieto. El Partido Conservador en Antioquia obtuvo hace cuatro años para la Duma 267.000 sufragantes y para la reciente Cámara 312.000 y los liberales 299.000 y 304.000.
Es decir, muy lejos de los 900.000 o del millón de votos que se supone que sería el guarismo electoral que debería imponer un candidato para convertirse en gobernante con un mandato claro.
Mauricio Tobón tras su rebeldía partidista y sólo con sus firmas, tampoco sería un candidato viable en solitario.
De la otra esquina donde ubican a Luis Pérez, Bedoya y Esteban Restrepo se escuchan muchas conjeturas, pero lo cierto es que tienen votos, pero solos nos le da tampoco. Y quién adhiere a quién.
De las cenizas de los indianos, solo queda esperar si es verdad que la fractura de este pacto era para sacar a Mauricio Tobón y que podrían seguir intentándolo para llegar a un arreglo para un candidato y un programa único Rendón, Prieto y Gómez, pero hasta ahora no hay señales de vida o indicios de que eso se esté dando o se vaya a reconstruir.
Y a todas estas sigue en solitario la candidatura anibalísta o de la Casa Gaviria, la de Luis Fernando Suárez, quien acaba de reportar más de 400.000 firmas que en votos no significa nada o muy poco.
Pero él sigue ahí trabajando callado y hacia él tienden algunas miradas de algunos de los otros candidatos buscando algún acuerdo con los 300.000 votos que se calcula tendría el anibalismo en el poder.
Ahora, reina mucha expectativa en torno hacia qué candidato a la Gobernación de Antioquia irían los votos que sacaría Fico en caso de ser opción a la Alcaldía de Medellín.
Prieto le coquetea en las vallas, dentro del CD esperan reciprocidad con Andrés Julián Rendón en caso que Uribe apoye a Fico en Medellín y de Juan Diego Gómez se escucha que también busca estar muy cerca al fiquismo.
Y también se oye que el anibalismo y el suarismo están intentando una reconciliación con Fico, pues en política muchas veces los enemigos o los opositores se unen para ganar. Lo hicieron los gringos, los ingleses y los rusos, mejor dicho, el capitalismo y el comunismo para derrotar al nazismo.
Y un escenario que por el momento muy pocos contemplan es el que diez candidatos en una sola batalla se enfrenten en solitario cada uno a las urnas. Una interesante locura y ganaría el que saque 500.000 votos, pues hay que contar con los votos que pongan partidos como Cambio Radical y la U en su lista que sacarán en conjunto para las corporaciones públicas en Antioquia. Además de ellos los cristianos electorales, que tienen feligresía que vota.
Y ante tanto enredo y confusión en la campaña para la Gobernación, lo único que arreglaría este despelote actual o le pondría orden serían las encuestas confiables hechas en todas las nueve subregiones del departamento, pues lo poco que se tiene como referente son las mediciones estadísticas para la Gobernación, pero en Medellín que pone el 20% de la votación total de este territorio.
Los que se rezaguen en las encuestas, empezarán a ver como se esfuma la platica y los amigos. Esa es la cruda realidad electoral y la condición humana.
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