
08 May Corantioquia es mucho más que tramitar permisos: Mora M.
La ingeniera ambiental Ana Ligia Mora Martínez entró en la recta final de su gestión al frente de Corantioquia, cuya orientación siempre fue un propósito de vida y lo logró.
En este dialogo frentero con Panoramapolitico.co le da la cara a los asuntos calientes de esta corporación como son Jericó y la mina Quebradona, a la crisis ambiental del Bajo Cauca, al futuro de las CAR en el gobierno de Gustavo Petro, lo que piensa de la ministra del ambiente y sobre su posible reelección en esta entidad, al tiempo que enfatiza que no es solo para tramitar permisos, sino que puede ser transformadora de la calidad de vida.
Lean sus muy interesantes respuestas:
Acaban ustedes de publicar un muy completo y muy bien editado informe, escrito y digital, de su gestión de los tres últimos años 2020 – 2022. ¿Cuál ha sido el impacto de su gestión en los 80 municipios de la jurisdicción de Corantioquia?
El informe que publicamos con la compilación de la gestión entre el 2020 y el 2022 es la sumatoria de las realizaciones en pro del cumplimiento del plan de acción que tiene dos palabras que lo caracterizan: más sostenibilidad, más vida.
La sostenibilidad debe ser el principio que rige nuestro desarrollo y las acciones en Corantioquia.
La sostenibilidad no involucra solo una variable, sino que busca la integralidad de las acciones, por ejemplo, el cuidado ambiental de todos los elementos naturales que nos rodean, cuidar el tejido social o para quienes estamos trabajando, las personas que habitan los territorios de esos 80 municipios.
Y la otra es la variable económica. Sin un crecimiento económico, sin la posibilidad de unos sectores productivos fuertes en el territorio, generando acciones conjuntas con la corporación y creando empleos, será imposible darle vida a esa triada virtuosa. Sin lo económico no podemos llegar a una comunidad a hablar del cuidado de lo ambiental.
Entonces el enfoque es tener más sostenibilidad y por supuesto más calidad de vida.
Eso es lo que hemos trabajo durante estos tres años, pero hay un elemento que es lo que me ha caracterizado en ese periodo y es el trabajo de alianzas.
Lo más importante para mí es generar una articulación con todos los actores: públicos, pero también con los privados, con los empresarios para poder articular. Creo en el desarrollo, soy prodesarrollo, pero con otra condición, prodesarrollo sostenible y ese ha sido el elemento diferenciador.
Está el pacto con las universidades, logrando incorporar a 26 instituciones de educación superior para trabajar con nosotros.
Hemos realizado acuerdos con sectores productivos como el agropecuario, el minero, el ganadero, el sector textil, cadenas de restaurantes, etc.
¿Entonces antes cuál era la tarea de Corantioquia?
Tenía un enfoque más destinado a la conservación y eso está bien porque tenemos la misión de cuidar el patrimonio ambiental, lo que no se ha descuidado.
Pero yo sí creo que una estrategia para poder conservar y poder cuidar es tener aliados y Corantioquia sola no tiene esa capacidad. Por eso hacemos esfuerzos combinados con lo público, lo privado y la academia, para llegar al territorio con más capacidades.
Ahora vamos a lo calientico. Hay una fuerte discusión en Antioquia entre lo agropecuario y la minería. ¿Cuál es la postura de Corantioquia?
Como autoridad Corantioquia tiene que ser responsable y regirse por una normatividad para administrar los recursos naturales, no es que vamos a negar o aprobar todos
los permisos, no, vamos a tener unos elementos técnicos, cuáles son esas acciones en el territorio que se pueden autorizar y cuáles son las medidas de manejo o de compensación que se pueden implementar.
Como entidad no podemos estar a favor o en contra de una o de otra forma de desarrollo productivo, estamos con una máxima y es la legalidad.
Todo el que busque a Corantioquia para estar en el marco de la legalidad, lo vamos a acompañar.
En algunos trámites la posición será positiva, en otros podrá ser negativa de acuerdo a unos instrumentos o a unos análisis rigurosos y técnicos, porque si algo tiene Corantioquia es mucha capacidad técnica.
Lo agropecuario es válido bajo la figura de la sostenibilidad y lo minero igual.
Si hablamos de minería es porque debe tener una licencia ambiental que le permita la operación, sino no la tiene es extracción ilícita de minerales o es ejercicio informal.
¿Jericó o el Suroeste, agrícola o minero?
Somos del Suroeste, esos paisajes me acompañan permanentemente, esa es mi esencia natural y tenemos una línea de vocación por el sector agrícola, una región sobre todo cafetera hoy con presencia de cultivos de cítricos, algo de cacao, ganadería, hay de todo un poco, y en Jericó se genera una división frente a querer o no un proyecto minero.
Hemos sido supremamente respetuosos, no es lo que Ana Ligia Mora quiera o no quiera, es lo que la norma le indique que debe de hacer.
Cuando un usuario nos presenta una solicitud de trámite cualquiera sea, nosotros nombramos un equipo técnico interdisciplinario, realizan el estudio técnico con independencia y rigurosidad y proyectan la decisión favorable o no, se puede hacer o no y es ahí en donde yo siempre he dicho que no es lo que Ana Ligia Mora quiera, es lo que la normatividad le indique.
¿Y para el caso de Quebradona qué indica la norma?
Corantioquia no es la autoridad ambiental que define, es la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, que la archivó.
Corantioquia tiene otros ejercicios de permisos con este proyecto específico, que son, por ejemplo, una concesión de aguas.
Y otra bomba de tiempo, el desangre ambiental del Bajo Cauca con la minería ilegal o la acción de los grupos al margen de la ley. ¿Cómo desactivar ese lío?
El Bajo Cauca es un reto, pero es una oportunidad. Reto por lo que sabemos que históricamente ha pasado allí, con una subregión llena de potencialidades ambientales y unos habitantes trabajadores. Conozco mucho la región porque cuando fui diputada desde allí comencé a recorrer muchos municipios y me encontré con unas mujeres líderes y emprendedoras, pero que ha tenido la presencia de muchos actores al margen de la ley y muchos procesos ilegales, como los cultivos ilícitos, como la extracción ilícita de los minerales, la existencia de grupos armados lo que es un caldo de cultivo para un desastre social, ambiental y en todos los aspectos, pero también vemos las potencialidades.
A pesar de todo eso tenemos unos ecosistemas cenagosos, también áreas que podemos cuidar, otras que podemos recuperar y nosotros como Corantioquia quisimos hacer un ejercicio responsable con todo lo que pasó en el paro y lo que se ha derivado de allí. No nos quedamos esperando que nos decían desde el Gobierno Nacional, en esas mesas de trabajo, con la Gobernación de Antioquia y como autoridad ambiental regional decimos proponer.
Estudiamos todas las condiciones de ese territorio y elaboramos un documento técnico que le entregamos al gobernador de Antioquia, que le hicimos llegar a la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible y les dijimos que como autoridad ambiental, Corantioquia reconoce que hay allí unas problemáticas ambientales identificables, pero que necesitamos unas victorias tempranas, tenemos unos procesos y unas áreas que ya han sido intervenidas en el marco de la ilegalidad, por qué no evaluamos y hacemos un diagnóstico de esas áreas, de áreas que no han sido explotadas y de titulares que quieren generar su contrato de operación. Sumamos todo eso y propusimos que los ministros autoricen a Corantioquia a generar unas autorizaciones tipo, sin tenerle que pedir al usuario un estudio de impacto ambiental que es un proceso costoso, que no exigiéramos eso por ahora al usuario, sino que les pusiéramos de una vez unas obligaciones ambientales porque ya teníamos unos informes de base que nos permitía decir al minero que para llegar a la legalidad debía hacer esto, esto y esto.
Todavía no hemos recibido respuesta tras la entrega del informe en Semana Santa.
Otra propuesta que hicimos es que en el Plan Nacional de Desarrollo incorporaran esa facultad para que las CAR puedan expedir esas autorizaciones exprés, pero no fueron incluidas.
¿Las CAR están cumpliendo el papel, la tarea para la cual fueron creadas o son fortines de la politiquería? ¿Cuál es el caso de Corantioquia y aquí manda el Centro Democrático?
Corantioquia no es un fortín político, porque creo que en la misión que tiene la institución, va más allá de los fines políticos y personales.
Es cuidar la calidad de vida nuestra y por eso la palabra vida está en nuestro plan de acción.
¿Me está diciendo la verdad?
Si, Corantioquia trabaja con todos los sectores y por esos las alianzas con los sectores públicos, con los privados que estén del lado de la legalidad, pero también con la clase política en el buen sentido de construir. Cuando nos ha correspondido hemos invitado a la bancada de congresistas y de diputados antioqueños para presentar temas regionales, no un tema de un partido en especial, sino como antioqueños, para ser articuladores y buscar alianzas para llegar al territorio con más acciones.
¿Le entiende a la minambiente o está corchada? ¿Qué les espera a las CAR en el gobierno de Petro?
En todos los gobiernos las CAR están en el ojo de la discusión.
El Presidente incorporó en su discurso el tema ambiental y lo tiene muy claro en su Plan Nacional de Desarrollo. El cambio de deuda por naturaleza.
No es un tema nuevo, eso ya se venía trabajando desde hace muchos años, maravilloso que el Presidente lo vuelva a sugerir en la agenda internacional, pero la connotación de este modelo de desarrollo lo tiene más claro en su discurso.
Veo en la ministra a una mujer dedicada, una mujer técnica, que siento está muy enfocada en el concepto de conservación y mi propuesta es que busquemos más el equilibrio y por eso es más el desarrollo sostenible, por lo cual hago énfasis en combinar lo social, que ellos lo tienen priorizado y nosotros también, y hemos trabajado con juntas de acción comunal, con indígenas, con afros, con campesinos, porque es con todo el mundo. Lo ecológico, pero también lo económico y todo con rigor técnico para las decisiones.
Entró a su último año de gestión, ¿qué novedades tiene para su despedida y buscará la reelección?
Lo más importante es culminar con el plan de acción, lograr el sueño de tener Ecoescuelas en todas las subregiones y estimo que estaremos por encima del 95% del acumulado del plan de acción. Ese es el reto en el cuatrienio.
También nos retamos hacer las cosas más rápido, mejorar el servicio hacia el usuario para utilizar el recurso o tomar una decisión de inversión.
En promedio nos podemos demorar 55 días para definir un trámite cuando el techo son 90 días, tratando de ser más eficientes.
Generamos mecanismos de desarrollo tecnológico más eficientes para que el usuario sepa en qué va su trámite y nadie se lo engavete y no tenga que recurrir a influencias que no nos gusta, sino que sea directa y para eso creamos instrumentos de comunicación en la página web.
Yo recibí a Corantioquia con 5.000 trámites pendientes de vigencias anteriores y estamos a días de decir que estamos a cero.
¿Y la reelección?
Vamos a trabajar para que independiente de que quién esté aquí, porque uno no puede personalizar las instituciones, pero que sigamos en una línea de desarrollo, de transparencia, de cercanía, de conversación y de confianza con los diferentes sectores para llegar a los territorios con más capacidades.
Corantioquia es mucho más que una entidad que tramita un permiso de vertimiento, sino una entidad que puede transformar positivamente las realidades de muchos de quienes habitamos este territorio.
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