18 May La campaña presidencial desde las playas de Morrosquillo
Por Omayra Cifuentes Lora
Mientras tomo un café paisa, reflexiono sobre el hoy de nosotros los colombianos, que frente a un mar de situaciones políticas es menester darle curso positivo a esa marejada social, que turbulenta y asediada por personajes que históricamente han transitado por la intriga, la cizaña, la envidia y el resentimiento.
Personajes caminantes no de luz y cuyo camino ofertado es el abismo, por ende, un horizonte oscuro de oscurantismo, cuyas únicas ofertas de esperanza es la de acolitar la pereza y no el trabajo digno, ese trabajo digno que miles de colombianos quieren tener y conservar para bien de sus familias.
No obstante, como los sabios y científicos, que hasta la saciedad buscan solución y salida a la coyuntura que enfrentan para bien de la humanidad, los colombianos de bien saldremos masivamente este 29 de Mayo, con el arma natural del pueblo el voto decidido en sostener, la libertad y la democracia, ejerciendo su derecho como ciudadanos íntegros en defensa también del desarrollo social, respaldando sin titubeos a Federico Gutiérrez “Fico”, hombre de pueblo, el candidato de la gente, que sin clandestinidad ha llegado a cargos representativos y ahora al Solio Presidencial.
Cierto es que me gusta la política, porque ella es por sí misma, y me causan gracia, aquellos gruñones que vociferan, pero quieren bienestar, oportunidades y tranquilidad, claro que aún apátridas merecen paz, tranquilidad y oportunidades, también son colombianos, como nosotros que queremos vivir sin temor alguno y es por ello que los invitamos a esta jornada pacífica, para que participen y voten por su libertad, paz y tranquilidad social, y poder seguir con su vida, como gruñones también es su derecho.
Los colombianos amamos la libertad, queremos caminar nuestra tierra, compartir sonrisas y no llantos, en definitiva queremos como Presidente de la República de Colombia a un hombre limpio de corazón, para que Colombia avance y mantenga su tradición Democrática, a mí me gusta la política limpia con propuestas, sin trampa, sin triquiñuelas, sin sucios espionajes, infiltrados, fustigadores y toda clase de alimañas, que lo único para decir de ellos, es el cómo son de malos opositores, y es esto, lo que se ha visto, malos opositores.
Más bajo esta reflexión, hoy se ve frente al mar, la marejada social, que por un lado va tras un plato de lentejas y una ilusión difusa dada por el canto del mitómano que confabulado con otros destruye conciencias y niega su accionar, y por el otro lado, como destello de luz, con dignidad y cantos de libertad, como cardumen estamos los que daremos el pulso al timón de nuestra embarcación votando masivamente por la libertad, la democracia y el desarrollo social, tenemos ad portas un gran horizonte de luz.
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