Riña por curul de la Asamblea de Antioquia (1)

Entre la peste viral y las protestas, marchas, bloqueos, gases, piedras, choques y otras cosas peores por el prolongado paro nacional o estallido social de los jóvenes, también se ha venido registrando un tremendo agarrón o bochinche jurídico por una de las 26 curules de la Asamblea de Antioquia.

Esta pelotera en los estrados enfrenta a dos diputados del Partido de la U. En una esquina al político y abogado muy sereno y laborioso Rodrigo Mendoza Vega y en la otra esquina al también abogado, comentarista de fútbol y más guapachoso por su origen sucreño, pero adoptado en Antioquia, Santiago Martínez Mendoza, el popular Santi del dial regional.

En política hay casi un axioma que no falla. El enemigo político no es el vecino, sino que está dentro de la propia casa, en este caso el Partido de la U. Y en ese sentido también se trata de una dura puja entre sus dos únicas tendencias sobrevivientes en este territorio, las que lideran los senadores el andino Juan Felipe Lemos Uribe (Mendoza) y el búho de Guatapé, Germán Darío Hoyos Giraldo (Santi o no sabemos si aún se considera de esa línea). La primera tendencia es más uribista y la segunda más santista. Recordemos que el Partido de la U comenzó prendiéndole velas a Uribe, después veneró a Santos y hoy está en tremenda diáspora, con su actual presidente Dilian Francisca Toro intentando recoger los pedazos.

Como casi siempre ocurre este altercado se originó tras los resultados electorales territoriales de octubre de 2019. La lista del Partido de la U a la Duma paisa eligió dos diputados. Sobrado con la mayor votación, más de 41.000 tarjetas electorales, el político y exalcalde de Entrerríos, Jairo Ruiz, también de la cuerda del senador Hoyos, y Rodrigo Mendoza, con el segundo guarismo.

Mendoza ganó legítimamente su escaño con 22.319 votos superando ampliamente a Martínez, quien contabilizó 15.934 sufragios.

La estrategia electoral en el 2019 del equipo en Antioquia del silencioso senador Germán Hoyos era elegir a sus dos candidatos y quemar al de Juan Felipe Lemos, pero no les dio. Jairo Ruiz, el aspirante oficial del equipo se subió mucho en votación y el Santi, quien tenía a sus espaldas cuatro elecciones, tres para el Concejo de Medellín y una para la Asamblea, redujo su resultado y fue superado por Mendoza, quien retenía su curul y se convertía en este cuatrienio 2020 – 2023 en el diputado más veterano de Antioquia.

Así las cosas, en materia de resultados electorales no hubo ningún problema, todo estaba claro, pero Santi Martínez no se quedó quieto, contrató al experto abogado electoral Martín Cardona Mendoza y demandaron ante el Tribunal Administrativo de Antioquia la elección de Rodrigo Mendoza, pidiendo la anulación de su credencial como diputado, al considerar que se violaron las reglas de juego legales y constitucionales, en el caso de Antioquia, de apoyos de los partidos políticos a los candidatos al Ejecutivo seccional que se eligen al mismo tiempo con las corporaciones (asambleas Departamentales, concejos  municipales y JAL) en los comicios territoriales, en este caso para la Gobernación.

Como colectividad, el Partido de la U respaldó en el 2019 a la Gobernación de Antioquia la candidatura de Aníbal Gaviria Correa, pero al mismo tiempo expidió una resolución otorgándole un permiso o una dispensa al senador Lemos que trasladó a su compañero de equipo y diputado Rodrigo Mendoza para que respaldara la opción electoral del también candidato a la Gobernación, Andrés Guerra Hoyos.

Este detalle fue el Florero de Llorente, el meollo o la causa del bonche que en el último año y medio ha tenido como epicentros, primero el Tribunal Administrativo de Antioquia, TAA, y luego al Consejo de Estado, CE.

Hace unos dos meses Mendoza respiró al fallar a su favor, en primera instancia, el TTA, pero el Santi y su acucioso abogado Martín Cardona en total desacuerdo con esa primera decisión   apelaron convencidos que tenían la razón y hace tres semanas el Consejo de Estado cambió el fallo del Tribunal seccional y anuló en la instancia definitiva la elección de Mendoza, lo que implicaba el retorno a la Duma del político y hombre de la radio deportiva.

La tesis de los vencedores y que confirmó el CE es que se configuró un caso de doble militancia porque los partidos políticos con sus decisiones internas no están por encima de la Constitución y la ley, al tiempo que los derrotados argumentan que, mediante el uso de la objeción de conciencia, también un precepto constitucional, podían apoyar a otro candidato coavalado por el Partido de la U y con una autorización de por medio, tesis que tampoco prosperó.

Con este debate comenzó la trifulca jurídica por esa curul. Mendoza atacó la sentencia del Consejo de Estado que le arrebataba su escaño con varios recursos que en concepto de ellos son válidos para defender su credencial, pero que en opinión de la contraparte son patadas de ahogado y de desgaste a la justicia, en lo cual se debe tener mucho cuidado con un posible regaño judicial, pues consideran que la sentencia debidamente ejecutoriada no deja la menor duda.

Es así como Mendoza ha recurrido través de una funcionaria del Partido de la U a una aclaración de la sentencia, aún sin resolver, y recientemente a una tutela formulada por un abogado que ha sido contendor de Martín Cardona en otro sonado proceso jurídico-electoral por una curul del Concejo de Medellín entre los conservadores Carlos Zuluaga y Lucas Cañas, que también está para fallo de segunda instancia en el CE, lo que permite presumir que por este lado también se avizoran próximos tambores de guerra jurídicos.

Entonces, y pese a existir una sentencia ejecutoriada del Consejo de Estado en favor de Santiago Martínez no se ha podido posesionar, pues el presidente de la Asamblea Departamental, Jaime Cano, ha seguido las recomendaciones de la oficina Jurídica de la Corporación, a cargo dicen, de una hermosa abogada, de resolver los recursos interpuestos por el bando de Mendoza, frente a lo cual el lado opuesto considera innecesario por tratarse de una sentencia en firme, que es un hecho inobjetable y el dignatario de la Duma no tendría ningún lío posterior si la cumple.

Ahí va este primer asalto de este pugilato jurídico, mientras que en una segunda entrega o capítulo daremos a conocer los principales detalles del contenido de la extensa sentencia del Consejo de Estado, que en concepto de expertos es una excelente clase de derecho jurídico que pone en su sitio a la doble militancia.

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