Fiquismo vs. danielismo

Mientras que desde varios sectores de Medellín llaman a un debate con respeto sobre los grandes asuntos de la ciudad, ya es evidente la total ruptura entre el hoy alcalde Daniel Quintero y el mandatario anterior Federico Gutiérrez, que se agudizó fuertemente por el manejo de EPM y las dificultades presentadas en la construcción de Hidroituango. 

El último round en este sonoro divorcio entre ambos dirigentes fue la entrada en escena y la reaparición en redes sociales del excandidato del fiquismo Santiago Gómez, quien obviamente tomó partido del lado de su amigo exalcalde y se unió a los ataques al vigente conductor de la ciudad. 

Pero estos hechos se registran en el momento en que el alcalde Daniel Quintero encabeza la encuesta nacional de Invamer como el mandatario municipal con mejor imagen o reconocimiento del país, con niveles del 70% de favorabilidad, lo que es un garrotazo para sus duros opositores en la ciudad que se vienen organizando, aunque lo niegan, a través de veedurías y con amenazas de promover una revocatoria del mandato para el 2021, que por el sustento estadístico del travieso alcalde hoy parece inviable.

A todos estos hechos se suma la decisión del concejal del CD, Simón Molina de unirse a la oposición de su colega Alfredo Ramos, por lo cual en esa bancada uribista en el Cabildo Municipal queda un sexteto de corporados aún  declarado en independencia a la Administración, que se pregunta que si sus dos compañeros son invitados y asisten a la famosa veeduría por Medellín, entonces ese colectivo es cívico o político?

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