10 May En las entrañas del Congreso en crisis
Parecía que iba a pasar de todo, que el país iba a explotar en mil pedazos por culpa de los políticos, pero pasaron tres días y Colombia resistió enferma a todos sus males, pero también a su aguante, a la palabra de moda: resiliencia.
Antes de viajar a Bogotá volví a escuchar de un político pensionado uno de los axiomas que han marcado mi vida en el periodismo político informativo: “la política no es el problema, sino los políticos” y por eso mi otro lema ha sido siempre: “la política lo hacen los políticos y no los periodistas, que somos notarios de sus logros y de sus embarradas”.
Estas reglas de mi postura en el periodismo sí que las palpé y las comprobé entre el lunes y el miércoles de esta semana de un principio de mayo muy agitado por las gravísimas acusaciones, sindicaciones y denuncias de sobornos a las cúpulas del poder legislativo, que se extendería a un grupo de legisladores para orientar su voto en el Senado o en la Cámara, escándalo donde figuran funcionarios de agencias del Ejecutivo, todo lo cual sigue enrareciendo las ya deterioradas relaciones gobierno – oposición cada vez más polarizadas y que tienen al país al borde de un ataque de nervios muy peligroso y haciéndose miles de preguntas y recordando el triste escándalo del 8.000 si todo es a espaldas de Petro, quien ataca defendiéndose de los que tilda de calumniadores.
Por eso mismo el problema es de personas o de políticos, pues en esos tres días en el máximo cuadrilátero de la política, también la política brilló por lo necesaria y vital que es para la suerte y tristeza de un país y de sus habitantes.
Por una invitación del senador conservador, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, comprobé de cerca la Bogotá del racionamiento de agua durante 24 horas por sectores, una capital sin mucho frío, poco lluviosa y muy de cerca las tensiones, las incertidumbres y las dudas que originan las vicisitudes creadas por los políticos.
Es así como el periplo rolo coincidió con los espantosos señalamientos de cohechos y que amenazaban con rodar cabezas en el Congreso y en el Gobierno, que efectivamente rodaron, pero no entre los mal llamados parlamentarios, a pesar que parlan y mucho.
Con el senador Echeverry convenimos unas tertulias y veladas para celebrar los 30 años de una agradable amistad entre ambos que comenzó cuando él muy párvulo llegó por primera vez elegido al Concejo de Medellín, promediando la década de los años 90 del siglo pasado, y yo fui el primer periodista que lo entrevistó, aunque por esas épocas no dijo nada, lo que contrasta, obviamente, con el congresista posicionado y posesionado, además de maduro y preparado, que es hoy en su rol legislativo y en el momento en que está a punto de enfrentar un tenaz procedimiento médico, ante un problema de salud que ha venido lidiando con seriedad y mucha dignidad.
Claramente el festejo de apego y respeto político – periodista que fue muy ameno, cordial e informativo, se rodeó de la enorme expectativa y de sumo interés sobre lo que podría pasar en el Congreso, lo que pintaba muy tenaz para un periodista de la provincia que de vez en cuando se pega un champú, en vivo y en directo, con la política nacional.
La noche del lunes, en la víspera a la reanudación el martes de las sesiones legislativas, que se vaticinaban muy calientes y con posibles renuncias, fue propicia para una entretenida charla con el senador Echeverry de anfitrión en el elegante restaurante de cocina española Pajares y Salinas, con la compañía de dos agradables, hermosas e inteligentes damas, con la característica especial de que saben mucho de política porque son estrategas en esa necesaria área, además de la presencia de un empresario en la construcción de cárceles y quien tiene su cargo la prisión para sindicados de Medellín, que se encuentra paralizada pese a que varias fases del proceso ya están muy adelantadas, pero no habido poder sobrenatural para que el alcalde Fico le dé una cita a este constructor y siga adelante este reclusorio.
Fue la ocasión en la que salieron a relucir dos muy llamativas novedades sobre rupturas. Allí se aseguró que andan muy distanciados el veedor del partido Liberal, Rodrigo Llano y el usurpador de la Dirección Nacional de ese partido César Gaviria Trujillo, lo que el secretario del expresidente niega, pero no le creemos, como nada lo que haga Gaviria.
La otra desavenencia es sobre los hermanos Galán. Andan cada uno por su lado Juan Manuel y el alcalde Carlos Fernando. Motivos, la política y los egos familiares.
El martes bogotano amaneció muy fresco y al menos con agua y todas las informaciones de las estaciones radiales estaban concentradas en el seguimiento al escándalo de los supuestos sobornos al presidente del Senado, al verde Iván Name y a su homólogo de la Cámara, el rojo Andrés Calle.
Esa era la comidilla en los históricos pasillos y oficinas del clásico recinto del Congreso o de la democracia de Colombia, mancillada por las graves acusaciones. Se escucharon voces de indignación, otros pedían renuncias, otros más acusaban y unos más pedían pruebas y atribuían el insuceso a un escándalo más mediático que del mismo Legislativo. Todo el mundo especulaba sobre lo que podía pasar. Todo el mundo eran juez.
Name dio la cara privadamente a los jefes de las bancadas de cada partido con asiento en el Senado. Les dijo que no los quería poner en aprietos o dificultades y que tomaran cada uno sus determinaciones sobre su caso que él iba a comparecer ante la plenaria de los senadores, como en efecto lo hizo negando todo, pero con la credibilidad en el suelo. Entregó la presidencia al vicepresidente cuya silla ocupó el resto de la sesión. Una hora más tarde el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco pronunció un encendido discurso dejando solo a Olmedo López, mientras que la oposición ripostó con la intervención de la senadora uribista paisa Paola Holguín, quien le recordó al ministro que no era solo el caso del soborno a congresistas y sacó a relucir una tras otra la lista de los alborotos gubernamentales y de la izquierda en menos de dos años en el poder. Y el senador Echeverry reclamó que el país debe conocer toda la verdad, las autoridades deben actuar con prontitud y con todo el peso de la ley en beneficio de la democracia.
Entre tanto, en la Cámara su presidente no dio la cara, instaló la sesión y se sentó a un lado para observar antes de escabullirse una larga “corrida” legislativa en que se ha transformado el debate final a la prohibición o no con regulación de la fiesta brava, que con el paso de los años y el creciente respeto por la vida de los animales, ha perdido muchos adeptos en el país. Hoy muchos hombres y mujeres prefieren una mascota de compañía que a otra persona. Sin embargo, los prohibicionistas parece que van ganando estrechamente.
Ese martes no rodaron cabezas en el Congreso de Colombia ni tampoco el miércoles, día en que la agenda legislativa siguió su curso y en el cual durante la mañana el portal Panoramapolitico.co fue invitado a una muy productiva sesión de la Comisión Segunda del Senado sobre seguridad y relaciones internacionales, en la que se dio trámite a proyectos tan sensibles como la legalizar por escrito el reclutamiento de personas de la comunidad Lgtbiq+ en las fuerzas militares y otros asuntos de mucho interés que fueron coordinados por la maestría del senador Echeverry actuando como presidente de esa célula, experticia que adquirió por su paso de tantos años en el Concejo de Medellín y por la Cámara.
En la noche del miércoles retornamos a Medellín cuando el escándalo de los sobornos dio paso a otro agitado caso con la ponencia de dos magistrados del CNE de levantar cargos contra la campaña presidencial de Petro por una posible violación de los topes de su financiación, lo que fue ripostado por el presidente con dureza y amenazas, lo que armó otro polvorín nacional y que vuelve y confirma que este país es como la canción de Raphael: Un escándalo.
Y a preparar el primer periplo internacional de Panoramapolitico.co para palpar entre el pueblo che la Argentina en la era derechosa de Javier Milei y descansar una semana del de izquierda de Petro, y ver si el Rojo DIM es capaz de ganar por fuera y Monsalve repite el golazo del Perú a lo Pelé.
Adiós pues.
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