Los 20 impactos políticos que estremecieron el 2023 en Antioquia

Panoramapolitico.co por Nacho y Eureka Informativa por WhatsApp estuvieron pendientes a lo largo de este año de la movida política en Antioquia y Medellín, y en nuestro concepto estos son los acontecimientos que merecen ser incluidos en el resumen político del año: 

  1. Los resultados, las consecuencias políticas, las grandes victorias y duras derrotas, las secuelas y el mensaje en general que produjeron, causaron y mandaron las urnas en las elecciones territoriales de octubre en Antioquia tras un año y dos meses del primer gobierno de izquierda, populista o alternativo. 
  1. Los apabullantes fracasos electorales del petrismo y el quinterismo en Antioquia y Medellín, que se convierten en un laboratorio que deja entrever un movimiento del elector y del péndulo político hacia la centro derecha, la derecha o la política tradicional para el 2026, sumado a los bajos porcentajes de aceptación y de imagen de la gestión y estilo de presidente Gustavo Petro. 
  1. El avasallador y hasta humillante triunfo advertido por las encuestas de Federico Gutiérrez para la Alcaldía de Medellín, con un récord de casi 700.000 votos en contra del quinterismo y el petrismo. De ese modo Fico se convirtió en el nuevo fenómeno y jefe político en Antioquia, además con su propio partido político “Creemos”, que tuvo también un auspicioso debut electoral. 

 

  1. Federico Gutiérrez se convirtió en el primer alcalde de Medellín en elegir a un desconocido y con pocos méritos como gobernador de Antioquia, en la persona del derechoso y amante de las peligrosas convivir Andrés Julián Rendón Cardona, al aportarle en la ciudad casi 500.000 votos. Con solo esa votación en la capital antioqueña y Envigado, más el antipetrismo y el antiquinterismo antioqueño, el rionegrero de muy malos modales para gobernar jurará como mandatario seccional. 
  1. El contraste o lo dialéctico a la victoria, fue la subida y caída en solo cuatro años del polémico proyecto político como alcalde de Medellín de Daniel Quintero Calle, quien fue fulminado en las urnas, en las cuales había ganado en el 2019 con más de 300.000 votos. Se salvó de la realización de una revocatoria del mandato que seguramente le habría costado el cargo y, además, renunció a esa posición en septiembre de este año y antes de los comicios, para ayudarle a su candidato Juan Carlos Upegui, quien fue goleado y golpeado por Fico en las urnas. Tampoco el estreno departamental de los llamados Independientes tuvo éxito electoral y su candidato quedó lejísimos, aunque con una votación menos ridícula que la de la Alcaldía de Medellín donde tenían el poder. 
  1. El nuevo fracaso de Aníbal Gaviria en darle continuidad a su propuesta gubernamental regional con la derrota de su candidato a la Gobernación de Antioquia, Luis Fernando Suárez, como ya había ocurrido con Eugenio Prieto en el 2007 para la Gobernación y luego de haber sido alcalde de Medellín en el 2011. Él solo gana elecciones, pero no sus candidatos. Llamó la atención muy negativa la gran cantidad de dinero que gastó su administración entre septiembre y diciembre de este año en publicidad y publirreportajes en medios nacionales, que para muchos lo hizo con el cálculo de una eventual campaña presidencial en el 2026 que no será nada fácil y para la cual tendrá que superar aún su enredo jurídico en la Corte Suprema de Justicia que sigue pendiente. Y si era para ayudarle a su candidato a la Gobernación, pues esa platica se perdió. 
  1. La contundente jubilada política y electoral que le propinaron las urnas al exalcalde y exgobernador Luis Pérez Gutiérrez, quien en su segunda aspiración a la gobernación no pudo revertir la campaña en contra que le hicieron de ser un aliado del petrismo y del quinterismo, en lo que él mismo tiene mucha culpa por sus devaneos políticos nacionales del 2022 y por las adhesiones que recibió y aceptó en su frustrante segunda oportunidad de ser mandatario seccional. 

 

  1. Los resultados electorales para las alcaldías de Bello, Envigado, Itagüí, Sabaneta y La Estrella, municipios en los que se mantuvo el dominio político que orienta administrativamente a esas municipalidades del Valle de Aburrá. En Bello prosigue el uribismo en coalición, en Envigado el añejo liberalismo, el trujillismo conservador en Itagüí, una renovación política sigue al mando de Sabaneta y el liberalismo con otras ayuditas salvó estrechamente la alcaldía de La Estrella. 
  1. Los durísimos reveces electorales de una generación de políticos con mucha cancha en Antioquia que tras pasar por el Congreso de la República se estrenaban como candidatos a la Gobernación. Fueron los casos de los exsenadores Juan Diego Gómez y Julián Bedoya, quienes comenzaron las campañas con muchos bríos, ruido y gastos, que con el paso de los meses no lograron consolidar y terminaron tirando la toalla para no hacerse contar. Fueron víctimas de la ola contra Petro y Quintero, que también los castigó. 
  1. Otro fenómeno que tampoco funcionó en la campaña electoral en Antioquia, ni para la Gobernación ni para la alcaldía, fue el de las llamadas tercerías o los ninis, ni petritas, ni uribistas, ni quinteristas, postura que el electorado no les creyó y que se dirigió o se concentró solo en Fico y Rendón. Hablamos de María Paulina Aguinaga, Gilberto Tobón, Juan Camilo Restrepo, Rodolfo Correa, Juan David Valderrama, Jaime Mejía, Liliana Rendón, Mauricio Tobón y Cristian Halaby. 
  1. El tercer desperdicio de Eugenio Prieto Soto como político electoral. Solo une al liberalismo, pero en su contra y lloró nuevamente porque su alicaído partido lo volvió a dejar solo y derrotado. Sus andanzas en los pasados comicios llevaron al ocaso y posible desaparición del proyecto político de la Socialdemocracia Liberal en Antioquia, que se autoeliminó en la Asamblea de Antioquia y el Concejo de Medellín, y con el peor congresista antioqueño en la Cámara. A Prieto solo se le abona que inicia como candidato, pero para terminar de burócrata, labor que la hace bien. 

 

  1. El nacimiento por todo lo alto desde Antioquia, por la alta votación y el número de cargos y curules, del Partido Político “Creemos” de Federico Gutiérrez, que deberá confirmar altos volúmenes de sufragios en las elecciones nacionales para el Congreso de la República del 2026, si quiere conservar la personería jurídica. El umbral, se estima, estará por los 500.000 votos. 
  1. El Centro Democrático que venía en caída libre en los comicios legislativos del año pasado, logró sobrevivir en Antioquia y Medellín por sus curules en la Asamblea Departamental y el Concejo Distrital. Además, y por fin consiguió la Gobernación de Antioquia, gracias a Fico, con el enigmático y súper derechoso Andrés Julián, quien es más un ramista empedernido, que un seguidor de Uribe, pese a tener a sus espaldas al otra vez rencauchado de José Obdulio Gaviria. 
  1. La hecatombe político-electoral de las fuerzas de izquierda, populistas o alternativas y hasta del fajardismo en Antioquia, donde hicieron el ridículo en las urnas por los pobres resultados en cargos y curules. Los izquierdosos e izquierdosas paisas hicieron un recital de celos entre ellos, se acusaban, se peleaban, negaban, se arrebataban posibilidades y se vetaban. Mejor dicho, se mechoneaban. El ridículo y el desorden imperaron. No saben manejar el poder cuando lo tienen.  
  1. El Partido Liberal en Antioquia fue un completo desastre organizativo, de convocatoria, en candidatos e ideología y en el caso de Medellín quedó reducido a una sola curul, con un concejal que ni siquiera es de origen liberal, sino formado en la Comuna 1 por los conservadores, partido donde no tuvo espacio y se albergó en la lista roja. Y por los lados de la Asamblea Departamental los rojos siguieron perdiendo escaños. 
  1. Los partidos Cambio Radical y el Partido de la U en coalición desaparecieron de la Asamblea de Antioquia y del Concejo de Medellín, al no lograr curules de su propia estirpe. Fue un muy duro revés del senador Juan Felipe Lemos y del representante Mauricio Parodi. 
  1. En Antioquia fue irrisorio, grotesco y absurdo la presentación electoral de partidos políticos como el Nuevo Liberalismo, Salvación Nacional, la Nueva Fuerza Democrática, Fuerza Ciudadana, Dignidad y Compromiso y casi todas las formaciones partidistas a las cuales la Corte Constitucional y el CNE le resucitaron y otorgaron personerías jurídicas con argumentos ridículos. Seguramente perderán esas credenciales en los comicios legislativos del 2026. 
  1. La proliferación de candidatos por firmas o a través de los llamados Grupos Significativos de Ciudadanos no tuvo mayor relevancia en las urnas. Además de hacinar los abanicos electorales con apetitos personales poco realistas y de sacar bajas votaciones, varios de ellos perdieron la costosa póliza de seriedad de la candidatura, al no sacar el umbral de votos que se requería para salvar la platica. 
  1. La estruendosa quemada de los concejales Lucas Cañas, Jaime Cuartas, Fabio H. Rivera, Lina García, Dora Saldarriaga, Babinton Flórez y Carlos Mario Mejía. También la chamuscada de expertos políticos como Carlos Zuluaga, John Jaime Moncada y Jesús Aníbal Echeverri. Además, la pérdida de investidura como concejal de Aura Marleny Arcila. También la fuerte renovación en la composición de la Asamblea de Antioquia y el Concejo de Medellín y los grandes y nuevos récord en votos de Andrés Tobón y Sebastián López con más de 40.000 sufragios. 
  1. Aunque la cifra exacta se conocerá una vez se reintegre en enero el servicio judicial tras su vacancia, se estima que habría más de 45 demandas electorales ante el tribunal Administrativo de Antioquia, TAA, contra el gobernador, alcaldes, diputados y concejales en esta región. Contra el mandatario regional electo además del escándalo judicial por los CAI en Rionegro y por violencia sicológica contra el elector, se filtró que habrá otros dos litigios más instaurados ante el TAA.
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