07 Jul Educación desde la cuna para el desarrollo sostenible

OPINION

La montañerita ingeniera ambiental enamorada de las montañas antioqueñas, la guardabosques protectora de la fauna y la flora, la ardilla para trabajar y toda una doña Flora, debuta en Panoramapolitico.co como columnista de opinión sobre el tema que la apasiona: la sostenibilidad ambiental y seguirá periódicamente enviando sus colaboraciones. Aquí va el primero.

Por Ana Ligia Mora Martínez

Directora General de Corantioquia

Una verdadera revolución, una revolución que nos conduzca al desarrollo sostenible sólo se puede dar desde la educación, una educación que se imparta desde la cuna.

Bajo esa premisa, cuando en el 2019 asumí el cargo de Directora General de Corantioquia, decidí llevar esa clase de educación a los rincones más alejados de nuestro hermoso departamento y crear, por primera vez en Colombia, las Ecoescuelas, un modelo educativo hacia el desarrollo sostenible.

No fue fácil, no lo niego, enfrentamos cara a cara la cruda realidad de algunas zonas de nuestro país.

Actores armados, violencia, cultivos ilícitos, abandono estatal y una inesperada pandemia fueron algunas de las complejas variables que sorteé en ese camino. Más no desfallecí.

De hecho, pensar en esas realidades, hizo que afianzara más mi propósito y, junto a un magnifico equipo, transformamos escuelas rurales abandonas y las convertimos en Ecoescuelas.

Hicimos remodelaciones, pintamos sus paredes con especies propias de la región y trajimos de vuelta a los niños, a sus familias, a los maestros. Un renovado centro de enseñanza los acogió, un articulador del desarrollo de los corregimientos y veredas que por años se sintieron aisladas. Eso, y más, son las Ecoescuelas.

Hemos implementado más de 40 Ecoescuelas,  que benefician más de 5.000 personas de los diferentes municipios de Antioquia.

Se preguntarán qué tiene de diferente una Ecoescuela a una escuela cualquiera. La respuesta es todo. Son espacios educativos donde se involucran los diferentes actores del territorio: maestros, estudiantes, familias, organizaciones sociales, empresarios y autoridades municipales y departamentales.

Su esencia, obviamente, es el cuidado y la conservación de la naturaleza sin olvidar que estas comunidades necesitan de las dinámicas propias de la economía, deben progresar.

Ecoescuela en Santa Bárbara 

Se enseña, por ello, cómo aprovechar los recursos naturales y devolverle a la tierra el gran favor de la vida.

Cuentan con composteras donde los desechos orgánicos de sus casas o fincas son transformados en abono, abono que luego es utilizado en sus propios cultivos y en los Hogares Ecológicos, otro de nuestros programas con el que buscamos la seguridad alimentaria de los territorios.

Aprenden, además, sobre el aprovechamiento de las energías renovables, la recuperación de árboles frutales, de inventarios forestales comunitarios.

Cada estudiante de nuestras Ecoescuelas, asimismo, pertenece a Guardianes de la Naturaleza, programa bandera de Corantioquia con el que enseñamos a niños, entre los 5 y 14 años, a valorar el patrimonio ambiental , a cuidar de la casa común, de nuestro hogar.

Y todo esto lo hemos logrado, obviamente, con el apoyo del sector privado que, en alianza con los municipios, tan importantes en esta misión, han permitido que las Escoescuelas de Corantioquia se fortalezcan y se vean perdurables en el tiempo.

Sin embargo, falta mucho. Recibo llamadas, mensajes y correos de alcaldes que quieren tener Ecoescuelas, que quieren apoyar y atestiguar la transformación de sus zonas rurales.

Se hace urgente llegar a los 80 municipios de nuestra jurisdicción. Para ello acudimos, nuevamente, al apoyo sector público-privado, su decidida participación permitirá fortalecer las 120 instituciones con procesos educativo- ambientales y comunitarios en los que ya hemos avanzado.

Por otro lado, estoy convencida de que, si los futuros mandatarios de Antioquia y de Colombia articulan las políticas en torno a la educación y destinan sus recursos administrativos hacia la creación de más Ecoescuelas, tendremos una juventud comprometida con la conservación del medio ambiente, una juventud educada desde la cuna, la juventud que construirá un próspero futuro para nuestro país.