Se van el quinterismo y el gavirismo, llegan Fico y Rendón

Las urnas del 29 de octubre hablaron y duro, y en Antioquia y Medellín se produjeron abismales cambios de rumbo, del tipo de un timonazo, ante los vientos huracanados y conflictivos que soplaron en los últimos cuatro años en los gobiernos de La Alpujarra, con pandemia y todo, y que fueron las causas para que desde este primero de enero comiencen a administrar otros estilos, intereses y propósitos.

Muchos están respirando con nuevos aires porque este 31 de diciembre se marcha el quinterismo de Medellín y otros están a la expectativa por la llegada de un casi desconocido a la Gobernación en reemplazo del segundo ciclo de Aníbal Gaviria, quien no la tuvo fácil por todo lo que le pasó con la justicia.

Se marchan los dos gobiernos que les tocó de sus cuatro años, enfrentar en dos de ellos la peligrosa pandemia del Covid no solo en el campo de la salud pública, sino por las secuelas que causó en afectaciones sociales, económicas, familiares, en más pobreza y también sicológicas, efectos que aún están vivos en muchas personales y comunidades.

En política desaparece desde este primero de enero la pandemia que fue para muchos sectores del poder en Medellín, Daniel Quintero Calle, y sus muchachos. Con su estilo contagió e invadió los pulmones de una sociedad que lo eligió con muchas esperanzas, pero que lo despide por la puerta trasera y que lo derrotó apabullantemente en las urnas.

Daniel Quintero revolcó los cimientos o las entrañas de una sociedad medellinense con tanto atrevimiento, como no lo hicieron en sus momentos Bernardo Guerra en los 80 o Luis Pérez en el 2.000, los cuales retaron a los poderosos de Antioquia, pero al final gobernaron con ellos.

Sin embargo, Quintero Calle se la jugó contra ellos, les metió la mano al bolsillo, lo que más duele, con la contingencia de Hidroituango, pero al final perdió, el pueblo no lo respaldó en los comicios del pasado 29 de octubre y la historia y la justicia dirán o comprobarán o no más adelante si también se va como un corrupto en el manejo de los recursos públicos de la ciudad o son conjeturas de la estrategia de sus poderosos contrarios y enemigos acérrimos para sacarlo y lo hicieron.

Con el pendenciero de Quintero Calle también pasaron al ostracismo algunos sectores de la política antioqueña que lo acompañaron al principio, pero que salieron despavoridos de su lado cuando se volvió un peligro y una pandemia social y política. Las urnas mandaron duros mensajes y abrieron el camino a otras tendencias como las de Creemos con Fico y el uribismo que ganaron y les tocará mandar en Antioquia y Medellín en los siguientes cuatro años.

Fico lo hará desde la Alcaldía, el enigmático Rendón, hablando con demagogia de paraestados y autonomías regionales, desde la Gobernación, pero ambos con casi el mismo idioma gubernativo trabajarán juntos por la región, y respaldados por nítidas mayorías desde la Asamblea de Antioquia y el Concejo Distrital de Medellín.

Pero ambos tendrán que ser muy inteligentes y cuidadosos porque la coyuntura nacional no favorece sus intereses de región, debido a que son tendencias dialécticas o contrarias al pensamiento que encarna el primer gobierno de izquierda que reina desde la Casa de Nariño y con el cual deben intentar civilizadas relaciones para que no se estanquen, por retaliaciones ideológicas, necesarios proyectos de región.

Fico convertido hoy en el nuevo chacho o jefe político de Antioquia asume su cargo este primero de enero desde las 2 p.m., en la Plaza Botero y Rendón a las 4 p.m. desde el municipio de Cisneros, en una confusa decisión que, aunque tiene una explicación muy poética que no convence, parece que tiene algunas intimidades que irán trascendiendo.

Fico no solo impuso un récord electoral histórico en Medellín, que será difícil de batir, sino que eligió gobernador y ambos tendrán a su favor las determinaciones que tomarán sus juntas directivas políticas: la duma y el cabildo.

La Asamblea Departamental con contundente dominio de Creemos y el Centro Democrático arranca deliberaciones también este primero de enero desde las 10:30 a.m. y el Cabildo el 2 de enero a las 8:30 a.m.

Sobre la instalación de la Asamblea de Antioquia y la posesión de Rendón como gobernador hay confusión, pues la diputación se instala en la mañana y el gobernador se posesiona en la tarde, lo que legalmente no es posible.

La nueva ley 2200 del 2022 por la cual se dictan normas tendientes a modernizar la organización y el funcionamiento de los departamentos, que incluye a las Asambleas Departamentales, dispone muy claramente que el gobernador se debe posesionar dentro del recinto de las Asambleas Departamentales y ante el presidente de esta corporación previamente elegido.

Es decir, Rendón tiene que asumir este lunes en la mañana y hacer una posesión protocolaria en Cisneros en la tarde.

Esta situación no opera para los municipios y por eso el alcalde se posesiona ante un juez y al otro día instala las sesiones del Concejo.

Tanto la Asamblea como el Cabildo serán presididos el primer año por un diputado y un concejal de igual nombre y de un mismo partido.

En la Duma por Andrés Bedoya y en el Cabildo por Andrés Tobón, ambos de Creemos.

En el Concejo de Medellín existe hoy tremenda puja o garrotera por la elección del próximo secretario General de la corporación, una de las posiciones más apetecidas por el poder que maneja y por su remuneración salarial.

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