07 Ago La resurrección del Nuevo Liberalismo
No cabe duda que la noticia política de la semana que concluye fue la vivificación o vuelta a la vida partidista nacional del Nuevo Liberalismo, NL, hecho que ha originado reacciones en pro y contra.
La más dura apreciación sobre ese polémico renacimiento la esgrimió el frentero y ácido abogado y comentarista Gilberto Tobón Sanín, el buen amigo del profe Edgar Ramírez, y quien será candidato al Senado ya no por el Pacto Histórico, sino, al parecer, por el Movimiento Ciudadano de Carlos Caicedo.
Según este contestatario
personaje “el Nuevo Liberalismo ni es liberal ni es nuevo, solo es un reencauche de Cambio Radical”.
Pero tampoco se queda atrás la opinión del también muy interesante analista y profesor David Suárez Tamayo, cuando pregunta ¿qué significa y qué representa hoy el Nuevo Liberalismo? ¿Cuál es su ideario y cuál es su programa? ¿Quiénes son sus líderes? ¿Qué ideas centrales promueven y defienden?
En contraste también se han escuchado muchos conceptos, pero muchos en favor y saludando el retorno del NL a la escena política nacional, como una alternativa que abre espacios para la participación política de sectores colombianos que no caben en las expresiones partidistas de hoy en día, sobre todo en el centro político y democrático colombiano. Una que está saltando en una patica es la revelación del periodismo de opinión, la periodista Claudia Posada, quien fue muy amiga de Galán y trabajó en prensa para Antioqueños con Galán, que eran Los Diablos, pues Los Ángeles dizque eran el engreído de Iván Marulanda y compañía, hoy rencauchados en los diositos de los fajardistas.
Pero también surgen muchas dudas. La primera es que el origen del Nuevo Liberalismo en los años o década de los 80 del siglo pasado no tiene nada que ver con el momento político que se vive en la Colombia actual. En esas épocas aún era muy fuerte el bipartidismo rojo y azul, y el NL de Galán surgió como producto de la reyerta del llerismo para evitar la reelección de López en 1982, facilitando el triunfo conservador de Belisario Betancur, mimetizado con un ropaje de movimiento nacional.
Hoy Colombia vive un intenso multipartidismo y las coaliciones son la moda para tratar de sobrevivir en política, pues hasta ahora han surgido partiditos que difícilmente llegan a los dos millones de electores y ni se acercan a los buenos momentos de los casi cinco millones de colombianos que llegaron a respaldar en las urnas al hoy deprimente Partido Liberal en manos de un exgalanista como César Gaviria.
Y de dónde sacan que le retornan la personería jurídica como partido al galanismo por la extinción de sus miembros, si fue el propio Galán quien la entregó al oficialismo liberal en la Convención de 1989 de Cartagena y yo fui testigo porque allí estuve, y después Galán se dirigía derechito a la Presidencia como candidato liberal, por lo cual Pablo Escobar lo mató, pero ya habían liquidado al NL.
Pero al menos su reencarnación en los hermanitos Galán, que no tienen el 10% del imán de su progenitor, trajo como hecho muy positivo para la política regional el también repunte de un galanista desde sus principios como es el buen amigo de toda la vida, Mauricio Zuluaga Ruiz.
Don Mauro ha estado muy cercano más a Carlos Fernando Galán que a su hermano Juan Manuel, pero ambos le pidieron que les ayudara en la reorganización del NL en Antioquia y les dijo que va a poner su granito de arena. Y como ya salió en foto junto a Juan Manuel en el acto de la Asamblea Departamental (FOT0), su teléfono no ha dejado de sonar averiguando cómo serán las cosas en Antioquia.
Aunque todo aún es muy prematuro, sin embargo, la inclinación es que no haya para las elecciones legislativas del 2022 lista al Senado y tampoco a la Cámara regionales del Nuevo Liberalismo, sino que este partido contribuya con los avales de los Verdes y de Dignidad a conformar listas fuertes, pero de la Coalición de la Esperanza. Esto aún no está decidido, pero sería lo mejor, pues, por ejemplo, una lista del NL a la Cámara por Antioquia con los mismos reciclados y vivos de siempre no tiene ningún chance.
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