31 Mar Miércoles de pasión para Fajardo

Más que un Miércoles Santos, este 31 de marzo de 2021 se convirtió para el precandidato presidencial Sergio Fajardo Valderrama en un Miércoles de Pasión tras conocerse la decisión de la Fiscalía de imputarle cargos por el contrato en dólares, cuando fue gobernador de Antioquia entre el 2012 y el 2015, de un empréstito para el pago de deuda del Departamento en su último año de gestión.

Este caso no es nada nuevo y las investigaciones penales y fiscales se remontan desde que la administración seccional siguiente, la de Luis Pérez Gutiérrez, denunció y puso el grito en el cielo por esa transacción, sin estudios previos ni seguros de riesgo, lo que en su concepto perjudicó gravemente las finanzas regionales al dispararse astronómicamente, de 600.000 millones a un 1.2 billones de pesos, la deuda del Departamento al subir la valor del dólar, lo que originó un detrimento patrimonial y contribuyó a que por primera vez Antioquia no cumpliera con la Ley 617 de ajuste fiscal en el 2015, obligando a la administración de Pérez Gutiérrez a adoptar severas medidas a través de su secretario de Hacienda, Adolfo León Palacio, quien criticó duramente el manejo de Fajardo a los recursos regionales.

De esa forma, este político no sólo tiene líos penales, sino también del orden fiscal con la Contraloría.

Pero también es un Miércoles de Pasión para la dirigencia política antioqueña, toda vez que sigue creciendo su líos o apuros judiciales.

El nuevo enredo de Fajardo, se suma a la retención y suspensión de funciones del gobernador Aníbal Gaviria, quien fue acusado por la Fiscalía, también a la situación aún sin fallarse del exgobernador Luis Alfredo Ramos por paramilitarismo, a la condena por enriquecimiento ilícito del exsenador Óscar Suárez y al futuro del expresidente Álvaro Uribe, quien está pendiente de que un juez decida si lo vincula o no al famoso caso de manipulación de testigos.

Entre tanto, los apuros de Fajardo originaron revuelo a favor y en contra, y volvió a armar la polémica si la Fiscalía, hoy en manos uribistas, está o no actuando con intereses políticos en plena campaña electoral.