Las secuelas en Ruta N

Inquietas personas del mundillo parroquial de la política, hasta con mucha razón, se preguntaban el por qué de la coincidencia casi simultánea de las tenaces desbaratadas de las juntas de EPM y Ruta N.

Escrudiñando entre varias fuentes o gargantas profundas de los aconteceres públicos y políticos alrededor de La Alpujarra, lograron encontrar una explicación que ayudaría a entender esa relación entre las crisis en los “gobiernos” internos de esas dos entidades del resorte municipal de Medellín.

Se escucha la versión que varios de los miembros de la junta de EPM también hacían parte de la de Ruta N o algunos de los integrantes de esta última entidad pertenece al mismo círculo de intereses del poder privado en Antioquia de sus homólogos en EPM, por lo cual no le quedaba de otra que ser solidarios y también marcharse. Allí, especulan, estaría la sombra del GEA.

Como se sabe, el alcalde comenzó a recomponer la junta de Ruta N con el nombramiento de Carlos Anchila, quien por estar vinculado a empresas del sector telefónico, declinó el ofrecimiento por conflicto de interés.

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