21 Jun ¿Miedo al Gobierno de Petro?
Por Argiro Giraldo (exiliado colombiano)
Madrid, España
Hay muchas variables en el relato de Petro para analizar lo que puede ser su gobierno en materia social, en lo político, en el campo económico, en el régimen administrativo o de reordenamiento territorial o en relaciones internacionales, en fin, por ahora quiero centrarme en un aspecto fundamental del temor que pueden sentir los empresarios y los industriales sobre si se aplica o no unas medidas de orden “comunista” o socialistas similares a los que existen en otros países, así que vamos a ello.
Muchos empresarios se habrán preguntado si temer o no a Petro ahora que es presidente.
En concreto creo que es preciso señalar que los sectores industriales y empresariales colombianos son muy parroquiales, valga decir, son sectores que en su mayoría no miran para fuera excepto para pasar vacaciones, pero desde el punto de vista ideológico político y desde el punto de vista del desarrollo, son realmente muy anquilosados en sus esquemas de producción y de pensamiento, de allí que un cambio como el que se ha presentado, les crea pánico y terror, sin embargo, para quiénes mantengan o mantienen una cultura internacional una visión internacional, sobre los negocios y problemas que involucran al mundo, toda vez que estamos viviendo en un mundo globalizado y que la globalización es una realidad irreversible, entenderán que los países del mundo están comprometido a mediano plazo en defender las capas protectoras del planeta que impiden las radiaciones solares y la destrucción de la vida en la tierra, porque sin lugar a dudas, no hay segunda oportunidad o no hay plan B si la producción de CO2 se mantiene a tan altos niveles.
En este sentido la ONU aprobó para todo el mundo la agenda 2030 que involucra planes especiales de aplicación por los países en materia ambiental, en materia de desarrollo, en materia económica y en materia social.
El programa de Petro si se lee detenidamente y si se analizan sus posiciones, sus propuestas se inscribe plena y totalmente dentro de ese contexto de la agenda 2030 aprobada por la ONU, así que el temor que pueda existir en algunos sectores es un temor a aplazar o a postergar la aplicación de dicho plan mundial y esto obligaría Colombia a llegar tarde a los cambios en materia ecológica para sustituir los combustibles contaminantes derivados del petróleo el carbón y el gas por energía limpia.
Este cambio de paradigma en el desarrollo implica sin lugar a duda, para todos los países, una inversión grande en materia de tecnología y desarrollo.
Analizando el relato de la campaña de Petro, encontramos que sus grandes líneas de trabajo de gobiernos están inscritas en la agenda 2030 de la ONU y para su implementación se hace necesario pactar con sectores del transporte, de la industria, de la ganadería y la agricultura que utilizan los combustibles contaminantes para acordar un plan de sustitución del uso de los combustibles contaminantes por los no contaminantes y es aquí la clave para que Colombia dé el salto adelante o quede rezagado.
Los países desarrollados del mundo ya han asumido el cambio de sustitución de los combustibles contaminantes por los no contaminantes y lo han asumido desde varias perspectivas, desde la perspectiva de la investigación y de la implementación de medidas de apoyo a las empresas para que procedan gradualmente a desmontar la maquinaria productiva movida por los combustibles contaminantes.
Así que quiénes temen a Petro lo que temen es al cambio del paradigma económico existente y sustentado en una economía de petróleo, del gas y el carbón por otra economía que sea más amable con el planeta.
En este contexto no podemos temer a Petro ni a quienes nos invitan a asumir un reto de esta naturaleza, cuando lo que está en juego es la vida en nuestro planeta y la de todos nosotros.
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