27 Sep Las soluciones de Lizcano a problemas colombianos
Los colombianos no necesitan más peleas entre izquierdas y derechas, sino soluciones a sus necesidades y problemas.
Esta es la opinión del candidato presidencial Mauricio Lizcano, quien en diálogo con Panoramapoolitico.co da a conocer soluciones a varias de las tormentas que azotan al país de llegar a ser mandatario nacional.
– Mauricio Lizcano se quiere deslindar de su paso por el gobierno Petro. ¿La gente o el votante si le va a creer?
“No me siento mal por haber sido ministro, porque hice un buen trabajo. Pero no pueden colgarme el INRI por ser de izquierda cuando nunca lo he sido. Fui representante a la Cámara y senador por el Partido de la U, incluso llegué a ser presidente del Congreso. ¿Por qué acepté ser ministro TIC? Porque siempre he puesto primero a Colombia. Soy experto en tecnología, estudié en el MIT y en Harvard, y cuando me llamaron lo hice pensando en aportar desde ese conocimiento, no en cálculos políticos entre Petro y Uribe. Si me hubiera llamado otro gobierno también habría aceptado, porque cuando uno es funcionario público sirve a todos los colombianos.
Los resultados lo demuestran: dejamos al país en el primer puesto de la OCDE en transformación digital en América Latina, ejecutamos $8 billones sin un escándalo de corrupción y con el 99% de ejecución presupuestal.
Además, no fui el único. Alejandro Gaviria estuvo en este gobierno y nadie lo ve como un hombre de izquierda, simplemente aceptó transformar a Colombia desde la educación. José Antonio Ocampo, el mejor economista del país, también aceptó servir, y lo mismo Cecilia López en agricultura. Mi propuesta es arrebatarle esa pelea a los políticos que nos mantienen atrapados en la disputa entre izquierda y derecha y enfocarnos en lo que verdaderamente importa”.

– El colombiano no quiere escuchar mucha carreta, sino soluciones…
“Estoy de acuerdo con usted. El país no necesita más peleas entre izquierda y derecha, necesita soluciones reales.
En corrupción: lo primero es reformar la justicia. Hoy hay enormes incentivos para ser corrupto. Lo que más les duele es la plata, así que hay que quitarles los bienes usando tecnología: blockchain, cruce de bases de datos e investigación patrimonial a sus familias y testaferros.
En salud: necesitamos una reestructuración que priorice al paciente. Las EPS pueden existir, pero no deben ser simples intermediarias. Los recursos deben ir directamente a los hospitales con incentivos por resultados, y los medicamentos deben poder recogerse en cualquier droguería.
En empleo: propongo una reforma laboral 2.0 que facilite la contratación. Menos impuestos a la renta, incentivos para quienes generen empleo joven y reducción de algunos parafiscales.
En pobreza: el camino es mejorar los ingresos de los colombianos. Esa es la mejor política social.
En seguridad: lo primero es recuperar la autoridad. Vamos a retomar los bloques de búsqueda 2.0, como los que desmantelaron carteles en los 90, para golpear estructuras criminales. Además, instalar un millón de cámaras con reconocimiento facial, drones para patrullar fronteras y carreteras, sistemas antidrones de grupos ilegales, más inteligencia en tiempo real, recompensas efectivas y cárceles blindadas contra la extorsión.
En violencia insurgente: hay que ser claros: la Paz Total fracasó. El Estado debe tener mano dura y recuperar la autoridad. No cierro la puerta al diálogo, pero solo con condiciones claras: cese real de hostilidades, entrega de armas, reparación de víctimas y devolución de recursos ilícitos.
En desigualdad: quiero gobernar para todos. Colombia no puede sostener tanta inequidad regional. Necesitamos redistribución de recursos, cerrar la brecha digital con internet social y lograr cobertura universal. Hoy 30% de colombianos no tiene acceso porque no hay infraestructura o no pueden pagarlo. Allí el Estado debe obligar a las empresas a instalar antenas y garantizar conectividad para ser más productivos”.

– ¿Por qué cree que le llegó el momento de ser candidato presidencial?
“Porque un país dividido es un país fracasado. Quiero unir a los colombianos y resolver inseguridad, salud y empleo con tecnología y sentido común. No podemos seguir eligiendo al que diga Petro o al que diga Uribe. Este no puede ser un país de herederos. Llevo 25 años preparándome para liderar y lo que más necesita Colombia hoy es unión.
La seguridad, la salud o la educación no son de izquierda ni de derecha, son de sentido común. No se trata de petrismo o uribismo, se trata de colombianismo”.
– ¿Cómo lo han tratado las encuestas iniciales?
“Las encuestas bien hechas son una herramienta útil; las manipuladas no. Hoy son una foto del día y miden principalmente reconocimiento. Para el nivel que tengo me va bien y estoy creciendo. A medida que avance la campaña se irán depurando los nombres y quedarán menos candidatos”.

– ¿La izquierda perderá el poder y volverá la política tradicional para seguir haciendo lo mismo que llevó a los colombianos a votar por un exguerrillero?
“No creo en esa división entre izquierda y derecha. La ideología se convirtió en un sofisma de distracción que solo alimenta la pelea. Los políticos viven de la división porque así no tienen que presentar resultados. Mi propuesta es otra: quitar etiquetas y resolver los problemas reales. No se trata de elegir al que diga Petro o al que diga Uribe, sino de construir una alternativa distinta para todos los colombianos. Esa alternativa distinta tiene que basarse en cero corrupción, una economía sólida, un sistema de salud eficiente y la tecnología como medio de transformación del país”.

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