11 Ago Colombia una patria boba y asesina
La violencia política en Colombia no ha cesado desde los albores del nacimiento de la república después de 1819 con la derrota de los españoles.
El atentado hace dos meses y la muerte esta madrugada del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay es otro capítulo más en la sangrienta y violenta historia colombiana, en sus 206 años de existencia como nación.
Desde el siglo XIX los colombianos comenzaron a matarse por el irrespeto a las diferencias, entre ellas la más sensible y delicada, por política. Cruentas guerras bañaron de sangre el territorio nacional por intereses y odios entre hacendados y comerciantes, entre centralistas y descentralistas y entre religiosos y laicos.
El Siglo XX no fue distinto. Comenzó en medio de la salvaje guerra de los Mil días y con el primer gran magnicidio en la política colombiana cuando con hachazos fue ultimado quien se perfilaba como un dirigente presidenciable en la figura de Rafael Uribe Uribe. Este enorme militar y político antioqueño comenzó la triste historia de asesinatos de colombianos que podrían orientar a la nación desde el Solio de Bolívar. La Patria boba seguía presente.
También con este primer episodio de violencia política entre los mismos colombianos, este país tristemente comenzó a asesinar a sus mejores hombres.
Después y a lo largo de más de cincuenta años el genocidio liberal y conservador le quitó la vida a más de cinco millones de colombianos y entre ellos al segundo precandidato a la presidencia. Fue Jorge Eliecer Gaitán, quién también fue víctima de las balas de la intolerancia colombiana en 1948 y este hecho partió en dos la historia de Colombia, acrecentando más los odios y las diferencias nacionales. De 1950 en adelante con el surgimiento de las guerrillas armadas de izquierda, del paramilitarismo contra la insurgencia y en medio de estas dos el terrible fenómeno del narcotráfico, hicieron aún más peligrosa la actividad política y elevaron más el número de muertes en el país.
Como consecuencia de todas estas disputas la campaña presidencial para 1990 fue todo un caos sangriento. La izquierda democrática colombiana puso sus víctimas con Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa y Carlos Pizarro Leongómez, mientras que la política tradicional también fue durísimamente golpeada con los magnicidios de Luis Carlos Galán y Álvaro Gómez Hurtado.
Y esta mañana del 11 de agosto nuevamente los colombianos se despertaron con otra tragedia más en esa lamentable historia de violencia política con el fallecimiento de la joven promesa política de la derecha colombiana en la persona de Miguel Uribe Turbay de solo 39 años de edad y en un hecho que tendrá fuertes secuelas y consecuencias en la campaña y elecciones presidenciales del 2026.
Dolorosamente la Patria boba y asesina sigue latente y acechando. Todo el país reclama unidad contra los violentos.

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