Reivindicando a Rodrigo Mesa Cadavid

Las paradojas de la vida. El exdiputado liberal Rodrigo Mesa Cadavid falleció este jueves primero de abril simultáneamente con los fuertes ecos que ha producido la imputación de cargos contra el exgobernador Sergio Fajardo Valderrama, precisamente en cuyo gobierno departamental 2012 – 2015 comenzaron las desgracias políticas del popular gordo Mesa en la política parroquial, por una desafortunada frase que se le escapó contra el pueblo chocoano, que ocultó o hizo desviar el trasfondo de la denuncia que él quería hacer pública, que a lo mejor no supo explicar bien o exageró con la frase sobre el “…bollo perfumado”.

Rodrigo Mesa fue todo un personaje en la Duma antioqueña, en la cual fue un batallador e influyente diputado desde la Comisión de Presupuesto, además de presidente de la Corporación, desde que salió electo a esa corporación en 1998 y hasta el 2015, puesto que en las elecciones de ese año no pudo salir electo para su sexto periodo consecutivo de diputado, no sólo por la lamentable imprudencia al referirse al Chocó, que la doble moral de los fajardistas le cobraron sin misericordia, sino también por un inexplicable rompimiento con sus socios de toda la vida, el poderoso y organizado Liberalismo de Envigado, al cual siempre representó en la Duma, en otro triste episodio y trasfondo sobre el cual varios diputados aseguran que también tuvieron que ver o incidieron el gobierno fajardista seccional y el Área Metropolitana de la época.

El Liberalismo de Envigado, del cual recientemente escribimos que va a cumplir 50 años en el poder municipal de la conocida “Ciudad Señorial”, también ha tenido a lo largo de esas cinco décadas una muy fuerte vocería en la Asamblea de Antioquia, muchas veces hasta con dos diputados al mismo tiempo. Y en otra oportunidad hasta con tres.

Por la política liberal envigadeña fueron diputados Armando Cardona, Consuelo Londoño, José Ignacio Mesa, Bertha Inés Mejía, Mario Álvarez Celis, Álvaro Velásquez, el Gordo Mesa y el Flaco Mejía, o sea, Carlos ario Mejía Múnera, también el hoy alcalde Braulio Espinosa y en la actualidad con Juan Carlos Palacio.

Las elecciones de 2001 fueron en las que los rojos envigadeños obtuvieron tres curules con Consuelo Londoño, el gordo Mesa y el Flaco Mejía.
La bancada liberal de ese municipio junto a diputados conservadores también envigadeños, se caracterizó por gestionar ante los gobernadores vitales recursos y programas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

En esas tareas siempre participó Mesa Cadavid, además de ser un hábil corporado que estuvo atento a los sobresaltos políticos internos muy usuales en la Asamblea. Allí se le conoció como una persona jovial, pero temperamental, amigable, conversador, un auténtico autodidacta de la hacienda pública, que llamaba la atención por las filas o antesala que le hacían en su oficina muchas personas en busca de una ayuda burocrática o monetaria, pues era bastante generoso, además muy liberal, amante del fútbol y de su DIM del que fue directivo, y dueño de un discurso en el que empleaba frases y refranes populares uno de los cuales le costará su prolongada carrera política que comenzó como concejal de Envigado y prosiguió en la diputación antioqueña, en una vengativa maniobra fajardista, que aprovecharon el papayazo que les dio el Gordo Mesa que por su obesa figura aparentaba más años de los que tenía, pues murió de una serie de complicaciones sanguíneas y no de covid como se especula. Dejó de existir cuando dormía en su residencia envigadeña tras haber retornado días antes de una clínica donde recibió atención en los últimos diez días.
Pero su otra “muerte”, la política, ocurrió en el cuatrienio 2012 – 2015, periodo en el que el fajardismo ganó la Gobernación de Antioquia. Esta tendencia política ascendió al poder regional con su acostumbrada y desconsidera manía de tratar en forma despectiva y grosera a la clase política tradicional, creyéndose ángeles o querubines lo que nunca
han sido, y a los que los adversarios llamaban “Los pupis” de La Alpujarra”.
Esas pésimas relaciones entre ambos bandos en la política doméstica, se trasladó a la plenaria de la Duma, originándose un ambiente hostil entre el gobierno y la mayoría de la diputación.

Los fajardistas apostaron hasta espías en las sesiones de la Asamblea y uno de los infiltrados permanentes, que filmaba las sesiones para llevar el chisme a sus jefes del piso 12 de la Gobernación, aprovechó una intervención del Gordo Mesa en la que pedía investigar un supuesto y millonario convenio entre Antioquia y el Chocó, al parecer con una persona de esa región que había trabajado en la Alcaldía de Medellín en la era fajardista.

Pero Mesa fue más allá y manifestó que invertir en el Chocó era como perfumar un bollo. Inmediatamente se le vino el mundo encima, su imprudencia fue hábilmente utilizada en su contra y hasta sancionado por la Procuraduría, lo que ayudó a tapar y desviar la atención sobre el verdadero objetivo de sus denuncias contra los fajardistas, que, según diputados, al parecer, contribuyeron a que se distanciara de sus socios y amigos liberales de Envigado en una trama de presión en la que se menciona al Área Metropolitana de esa época.

Mesa llevaba cinco años alejado de la política activa y murió con la irónica paradoja que nunca fue hostil con el pueblo chocoano, prueba de ello fue que muchas personas a las que le ayudó como diputado eran miembros de la comunidad afrodescendiente residente en Antioquia y proveniente del vecino departamento.

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1 Comment
  • Jesús Betancur
    Posted at 07:24h, 03 abril Responder

    Yo también fui víctima de la trama de presión del área metropolitana 2008- 2011, por liderar oposición en materia de transporte cuando ejerci como secretario de trasporte en Caldas. La terminación del edificio de la biblioteca fue el precio por mí destitución.
    RODRIGO era todo un POLÍTICO, distante de la politiquería.

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