Intimidad de dos demandas

En este pandémico mes de octubre se va a cumplir un año de la celebración de los comicios territoriales del 2019 y todavía en el Tribunal Administrativo de Antioquia están pendientes varias demandas electorales contra concejales de Medellín.

Entre ellos figuran dos procesos aún sin fallar y que tienen la exótica pretensión de involucrar o incidir en la elección de la totalidad de los 21 cabildantes de la ciudad capital de Antioquia. 

En uno de ellos, el demandante alega una supuesta irregular inscripción o ilegalidad en la entrega del aval de la lista al Concejo de Medellín del Partido de la U, que sólo obtuvo una curul con Luis Carlos Hernández Castro. En el supuesto que el fallo sea favorable al querellante, se tendría que realizar un nuevo escrutinio para todo el Concejo, por lo cual ese reconteo podría afectar la composición del Cabildo.

Y la otra demanda electoral, que también podría tener secuelas es toda la corporación, fue la instaurada contra la lista del Partido Liberal por una supuesta violación o incumplimiento de la cuota de género o del 30 por ciento de presencia femenina en esa plancha. Sin embargo, todo parece indicar que el demandante se habría equivocado, toda vez que la demanda está basada sobre los 21 cupos posibles de la lista y no sobre los renglones que inscribieron los liberales y que fueron 19.

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