06 Sep Jenaro: tipazo, cooperólogo, cordial político y taurino
Cuatro facetas definen en detalle la muy productiva y reconocida existencia de Jenaro Pérez Gutiérrez, quien a sus 91 años de edad partió este domingo a la eternidad, constituyéndose en una pérdida irreparable por todos sus grandes aportes a Medellín, más a Antioquia y también al país. Esas cuatro dimensiones de este enorme antioqueño fueron su personalidad, el haber sido denominado todo un cooperólogo, su trayectoria en la política y su afición taurina.
Junto con nuestro asesor de cabecera para todo, el Marqués Jairo Gallego Berrío, desde su refugio anticovid de La Pintada, nos pusimos vía telefonía celular a tertuliar sobre la vida de don Jenaro Pérez, quien nos brindó y gozamos, ambos, de su amistad y enseñanzas de vida. Y concluimos sobre ese cuarteto de aspectos o detalles.
Su personalidad fue clarísima. Un tipazo, un hombre prudente, delicado, decente, respetuoso y de fino humor. Pero además tenía un don como persona, sabía escuchar. Y si Antioquia llora su muerte, la subregión que debe tener una profunda tristeza y conmiseración es el Norte, que contribuyó a desarrollar y transformar, y hoy tiene una identidad como subregión por la producción de leche y de cárnicos.
Alrededor de Jenaro Pérez se acuñó el término “cooperólogo” por el desarrollo que contribuyó a darle al sector solidario de la economía, como es el cooperativismo, pero sobre todo por ubicar en todo lo alto de la producción y en resultados, entre ellos los sociales en favor del campesino lechero, a la Cooperativa Colanta, que por su gestión como gerente durante 46 años, la dejó como una de las empresas más importantes y con mejores dividendos de Colombia. Con razón siempre se escuchó decir que “Jenaro era sinónimo de Colanta y Colanta sinónimo de Jenaro”. Eran todo un espectáculo pintoresco las asambleas generales de Colanta porque sus socios, los campesinos con las típicas ruanas, colmaban uno de los salones del Palacio de Exposiciones de Medellín.
Y en la política y en lo público también Pérez Gutiérrez tuvo un importante rol o protagonismo. Mucho antes de su era por Colanta, fue secretario de Agricultura de Antioquia y hay que resaltar que era un conocedor y un apasionado del campo. Además fue diputado, concejal de Medellín, de cuya corporación fue presidente. Pero ante todo fue reconocido como uno de los tres dirigentes o jefes del Unionismo conservador de Antioquia y por eso se le consideró siempre integrante de la “santísima trinidad” de ese matiz azul, junto a Luis Emilio Monsalve y Luis Alfredo Ramos, luego que ellos asumieran el liderazgo de ese grupo, cuyos orígenes datan del Notablato conservador y posteriormente del ignacismo, por su principal mentor Ignacio Vélez Escobar. La mejor anécdota de su vida en la política, la contaban no sólo la oposición, sino hasta los mismos unionistas. Y era que la semana antes de las elecciones, y qué coincidencia, los carros de Colanta se varaban en los barrios populares de Medellín y las bolsas con leche se tenían que repartir gratuitamente.
Y por último, los taurinos en La Macarena nunca olvidarán la figura de Jenaro Pérez como máxima autoridad desde la presidencia de las corridas de toros en Medellín, otra de sus grandes aficiones, pero el paso de los años y las enfermedades lo alejaron de la vida pública hasta su deceso este domingo.
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